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Agustina || Capitulo: Planteos
- La habitación principal de la planta alta tiene mucha entrada de luz, a diferencia de las dos restantes. - comenté caminando por los pasillos de la casa y siendo seguida por un matrimonio. Giré sobre mi lugar al sentir la vos del hombre.
- ¿Podemos ver el baño? - pidió amablemente.
Asentí con una sonrisa y los conduje al baño de la habitación. Ellos miraron cada detalle y puedo asegurar que están fascinados con la propiedad lista para estrenar.
Trabajo hace aproximadamente un año en la Inmobiliaria de mi papá como vendedora. Quiero recibirme para poder adquirir un puesto fijo y más alto, ya que su única condición fue que me forme como los demás hacen para conseguir este empleo. Y me parecía muy justo.
Terminé de mostrar cada parte de la casa y bajamos nuevamente al living para hablar sobre el tema dinero y formas de pago.
- La ubicación y el barrio afecta directamente el precio, ya que es un barrio muy lindo y la propiedad está rodeada de comercios. - expliqué. La pareja miraba atenta la carpeta que les alcancé dónde se detallaba todo con claridad.
- Muchas gracias - dijo la mujer, levantándose de su lugar y siendo seguida por su marido. Hice lo mismo que ellos - Lo vamos a evaluar y nos acercamos a la inmobiliaria en uno de estos días.
Asentí con una sonrisa y los encaminé a la vereda, cerrando todo con llave y despidiéndome de ellos, quedé en enviarles todo lo relacionado al dinero vía WhatsApp.
La felicidad me invadía, estoy casi segura que la venta se va a concretar y le va a dar mucho prestigio a la empresa. Ya eran las 15 horas por lo que decidí ir directamente a mi casa para llamar a Nicolás y pedirle que me acompañe a hacer las compras.
Estacioné mi auto en el lugar de siempre y bajé mientras intentaba comunicarme con él.
- ¿En dónde andabas así de linda? - sentí atrás mío. Giré cortando la llamada que estaba esperando a ser contestada, para encontrarme con un Marcos apoyado sobre la puerta del auto.
Traía puesta una chomba color gris con el escudo de Estudiantes y una gorra negra además de unas bermudas de jean.
No contesté, agarré mi cartera y lo empujé delicadamente con mi brazo izquierdo para salir. Se movió apenas y me permitió cerrar el auto. Intenté dirigirme hacia el interior pero me lo impidió agarrando mi brazo.
