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Marcos | Capítulo: Propuesta

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Marcos | Capítulo: Propuesta.

- Te llaman, Marcos. - sentí, a lo lejos, despertándome. Abrí los ojos y los refregué, viendo a Agustina parada al lado mío con mi celular en las manos.

Agarré el teléfono y leí el nombre de Mica, mi hermana. Agustina salió de la habitación, dándome lugar a hablar con tranquilidad.

- Hola Marquitos - dijo apenas atendí. - ¿Todo bien gordo? - preguntó al instante.

- Hola Mica, si ¿y vos? - emití una tos repetidas veces con el fin de aclarar mi garganta. La voz de recién levantado me delata.

- ¿Seguro que todo bien? - volvió a preguntar a lo que me acomodé mejor en la cama. - ¿Dónde dormiste Marcos?

- No entiendo, ¿Qué pasa Micaela? - alejé el celular de mi oído unos centímetros para ver qué eran las 9:45 de la mañana.

- Que vino tú mujer a dejar tu ropa, que son 5 valijas, a casa. - me senté, tratando de aclarar un poco las ideas en mi cabeza. - Lo único que me interesa ahora es que tus hijas están en el medio de todo y me preguntaron por vos, Marcos.

- Discutí con Eugenia por boludeces pero no se porqué hace esto. - me refregué la cara, se me fue todo de las manos. - Ahora hablo con ella y después paso por tu casa a buscar mis cosas. No te preocupes gorda, no pasa nada grave.

Me despedí de mi hermana, tranquilizándola. Espero que mis hijas no estén al tanto de todo y que su mamá pueda decirles alguna excusa con todo esto, lo que menos quiero es que tengan malos ratos por problemas de adultos.

Luego de ir al baño y hacer todo lo correspondiente, me vestí y caminé por el pasillo que conduce al living y a la cocina. Agustina estaba sentada frente a la computadora, tipeando a la vez que miraba unas hojas.

- ¿No tenías cosas que hacer? Me hubieras levantado y me iba. - dije caminando hasta ella para plantar un beso en su boca. Se dió vuelta para mirarme y dejar en paz esa computadora.

- Ese algo que hacer era ir a retirar apuntes y comprarme ropa, pero está frío para salir y mi auto está en el taller. - respondió Agus.

- ¿Te llevo? Tengo que salir ya.

- ¿Seguro? - asentí con mi cabeza y agarré el mate que ella dejó preparado para mí sobre la mesa. - Aguantame que guardo este trabajo y estoy.

Mientras ella hacía esto mismo, intenté llamar a Eugenia para tratar de hablar las cosas, pero ella no siquiera atendía. Luego de intentar por unos minutos y que ella hasta me rechace las llamadas, me rendí.

- Eugenia llevó toda mi ropa a la casa de mi hermana, y ahora no me contesta las llamadas. - conté, cuando volvió al living, abrigada y con su cartera colgando.

Agustina tenía esto de que si no le cuento, no pregunta. Y a veces me gusta que así sea, pero otras me hace sentir que le chupa un huevo lo que me pasa, y no me gusta.

- ¿Y eso qué significa? - preguntó, sin mucha atención, dándole bola al cierre de la campera y no a mí.

- Que me está dejando Agustina, qué pregunta más boluda. - respondí. Siguió con su indiferencia y agarró sus cosas para salir junto conmigo.

Lo único que quiero es llegar a mi casa y hablar con mi mujer, no puede ser que esté haciendo esto sin siquiera hablar y llegar a un acuerdo. Tenemos un vuelo a Manchester dentro de 2 días.

Agustina

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Agustina

Mi viejo tenía una especialidad llamada hacer asados, y qué mejor que para cortar semana junto con la familia. Para acompañar, mamá hizo ensaladas y papas fritas, a romper la dieta se ha dicho.

- ¿Qué tal la facultad, Agus? - preguntó mi tía, co,n su nieto sobre la falda. Sonreí jugando con él y me decidí a contestar.

- Esto de la virtualidad no me juega nada a favor, pero bien, ya me quedan poquitas materias y me olvido. - conté.

La carrera duraba solo dos años y medio, por lo cual, este era mi último cuatrimestre. Logré llegar hasta acá sin materias pendientes y bueno, me queda cursar las últimas estos meses y tratar de sacarlas a todas. Y así, olvidarme de une vez por todas el tema facultad y colgar mi título en la oficina de la Inmobiliaria para dejar de ser "la hija acomodada del dueño"

- Tío, esto te salió espectacular. - dijo Lautaro, elogiando la comida de mi papá.

- Viste, aver cuándo aprendes y nos invitas vos a nosotros. - reímos y crucé los cubiertos, dando por finalizada mi cena.

Mi celular comenzó a sonar, por lo que pedí disculpas y caminé hasta el patio, dónde no había nadie, para atender a Marcos.

- ¿Todo bien? - pregunté al atender. Pude suponer que Marcos está conduciendo, porque se sentía el ruido de motor y la música de fondo.

- Acá andamos. - respondió. No sé con qué fines es este llamado, pero no es normal. - Tengo las valijas en la casa de mi vieja, hablé con mis hijas explicándoles porqué no duermo en casa, va, en realidad inventando excusas, y discutiendo con mi mujer que no quiere verme ni en figurita. - contó, con la voz algo cansada. - Muy bien no estoy.

- ¿A qué se debe el llamado? - no le di mucha importancia a lo que contó, no sé que quiere que le diga, ya tengo demasiado con sentirme culpable muy internamente. Pero no soy el Espíritu Santo y no le voy a solucionar el matrimonio.

- Tengo una propuesta para hacerte. - contestó. Mi corazón se aceleró y esperé que él siga hablando, no se qué me puedo esperar. Marcos es una caja de sorpresas. - Venite a Manchester conmigo.

...

Bueeeeeeeeeno vamos a meterle un poco de suspenso. Necesito opiniones sobre esto y lo que va pasando. Interactuamos 😬 !! Voten y comenten que suma un montón 🖤

 𝑬𝒄𝒍𝒊𝒑𝒔𝒆 | 𝑴𝑨𝑹𝑪𝑶𝑺 𝑹𝑶𝑱𝑶 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora