Celos 3/3

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Hange compró muchas cosas y me hizo cargarlas todas, pero no protesté, al contrario, era como una noche de compras de chicas

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Hange compró muchas cosas y me hizo cargarlas todas, pero no protesté, al contrario, era como una noche de compras de chicas. Me resultó muy divertido verla emocionada con todo lo que veía en las tiendas. Las calles lucía muy diferente a lo que veía en Marley, pues tenía un toque rústico encantador. Viejos recuerdos vinieron a mi mente, pero esta vez, no dolieron como antes.

-Come- ella me metió un enorme dulce a mi boca. Al masticarlo, no dudé en pedir más muestras de ella, era chocolate con un relleno explosivo al masticarlo. En Marley no había algo igual.

-Esto es realmente delicioso- dije con la boca llena, pues tenía tantos sabores que quería probar.

-Aproveche señorita, le haré una rebaja si se lleva todos esos- dijo el señor regordete con voz melosa e insistía en que le compre todas las cajas de sus dulces.

-No, gracias señor- le dije cortésmente, pero este me tomó de la mano rápidamente.

-Señorita no encontrará dulces como los que tengo yo- levanté la mirada y tenía una mirada oscura, para colmo, no encontraba Hange por ningún lugar, de seguro se emocionó con algo y me dejó aquí.

-No ,señor, suélteme de una vez- de pronto, me pegó a su cuerpo y olfateó mi cuello.

-Señorita huele realmente delicioso- sentí un escalofrío cuando me susurró esa palabras sucias. Este pervertido puso su mano en mi trasero y esa fue la gota que derramó el vaso. Rápidamente giré y le di un puñetazo al rostro. Este escupió sangre de la boca, me sorprendí por mi reacción.

-Bastarda, ¡Cómo te atreves!- vociferó, atrayendo la atención de todas la personas quienes compraban en otros puestos. El sujeto sacó una vara de metal y empezó acercarse amenazante.

-¡Te enseñaré modales perra!- se abalanzó hacia mi, pero logré esquivarlo, este cayó entre un puesto de fruta por su propio impulso.

-¡Maldita perra!- corrió hacia mi nuevamente, pero esta vez tropecé debido a que me lanzó tierra a los ojos primero. Me froté los ojos por la irritación, y voltee a ver donde se había ido el sujeto, pero en ese momento, un golpe abrupto llegó a mi espalda. Giré velozmente y evité que me cayera otro golpe. Jalé del metal y .con el. al sujeto, para propinarle un puñete directo al rostro y una patada al estomago, empleando la fuerza necesaria para dejarlo sin aliento e inmovilizarlo. Levi siempre me recalcó ese punto y hoy finalmente pude aplicarlo en una situación real.

Levi

Tu duro entrenamiento está dando frutos, a pesar de antes lo veía exagerado, ahora comprendo el porqué de tu exigencia al ejecutar cada movimiento perfectamente.

-¡Cassandra! Mira lo que encontré ... Ah?

La voz de Hange hizo que volviera a la realidad.

-¿Qué pasó aquí?- de pronto, la Policía Militar se hizo presente y se llevaron al sujeto, pues la señora que vendía frutas se quejó por el desastre en su puesto.

Azar - Levi AckermanWhere stories live. Discover now