TERCERA PARTE: UNA JUGADA AL AZAR

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- No podremos salvar Liberio.

Mis esperanzas se derrumbaron como una torre de naipes, dejándome aún más desconcertada.

Nadie se animó a preguntar a la comandante sobre el siguiente movimiento, pues en estos momentos ya nada es seguro. Dependemos de un hilo. Las decisiones serían tomadas como si fueran un juego de azar y nuestras vidas estaban en manos de Eren, desde donde se encuentre.

- Lo único que nos queda es luchar por el resto de la gente que aún vive al otro lado del mundo. No podemos permitir un genocidio.

- Hange ... el general Magath?

La prima de Reiner derramaba lágrimas de desconcierto y culpa.

- Lo siento, Gaby. Lo siento, Falco.

La sensación de pesadez embargaba el ambiente. 

Navegamos durante horas en total silencio. Cada uno tomó un lado del barco para tomarse un momento de reflexión sobre los últimos hechos ocurridos en el puerto. Las muertes que se cobraron y la repentina alianza con los guerreros. Que ironía. 

Ingresé al cuarto donde descansaba Levi por sus heridas. Él se sentó sobre la cama cuando me vio entrar y de inmediato me arrastró a su lado. Cuidando que no se golpee sus heridas, lo tomé del rostro y uní sus labios con los míos, sumergiéndolo en un beso dulce y coqueto. Nada amaría más que morir derretida entre su cuerpo rozando contra el mío. Sin tela que nos impida sentirnos tan unidos. Piel con piel. Mordisquear su abdomen, su cuello. Desordenar sus cabellos y arañar su espalda por el placer con cada embestida. Ver esos hermosos ojos grises que me cautivaron desde el inicio. 

Tener completamente duro dentro de m...

- ¿Qué te tiene tan embobada, mocosa?

Me atrapó.

- Nada pervertido, te lo aseguro- bajé la mirada.

- Claro. Tus mejillas están rojas y te estás mordiendo los labios, ¿en serio crees que me comeré esa mentira?

Lo miré mal, a lo que él solo sonrió triunfante. Siempre lograba dejarme sin palabras cuando menos lo pensara, porque Levi era así, observador innato y directo como una ráfaga de viento. 

- Sé leer tus gestos, el brillo en tus ojos, el ritmo de tu respiración. Todo en ti me es familiar, pero ...  no puedo negar que yo también pienso lo mismo, Cassandra, cada vez que te tengo frente a mi- su voz se tornó más oscura y tentadora- Te necesito ... pero estas malditas heridas me tienen adolorido- soltó un suspiro de frustración.

- Esas heridas hubieran sido letales si no fueses un Ackerman- tomé sus manos y besé sus nudillos. 

- Tu hubieras muerto si no te hubieras convertido en el titán hembra, Cass ... si eso hubiera pasado, yo simplemente no podría seguir viviendo.

- No digas eso. No lo digas. Aún me cuesta creer que soy como Eren, cuando antes lo maldecía por ser un portador de un titán. Me duele creer que pasé mucho tiempo odiándolo y que al final descubra que es mi hermano. Que la vida se encargó que mis hermanos terminarán viviendo cada uno su propio infierno. Zeke, eren ... ya no sé qué pueda pasar, pero ...- Levi miró mis manos y las tomó dulcemente. Mi corazón saltó como la primera vez en qué lo besé, cuando trataba de huir de Hange y me lancé a sus labios torpemente. 

- Pero ... sé que al final del día - una lagrima cayó por mi mejilla y oprimí las ganas romperme frente a él- Te tengo a ti.

- Nos tenemos, Cass.

- Yo lucharé por salvar al resto del mundo y tú lucharás para cumplir tu promesa con Erwin, tal como lo habíamos acordado desde un inicio.

- Así es, cadete ...

- Solo prométeme una cosa, Levi.

- Mmm?

- Nunca olvides lo mucho que te amo, Levi ...- algo se movió en él- Aún si muriese en medio de la batalla ...

- Shuu ¡Basta! No te despidas. No lo hagas.

- Perdón, pero ahora es inevitable pensar en eso.

- Escúchame ... eres fuerte, inteligente, la mujer más hermosa que haya visto. Has vencido muchas pruebas y la has superado sin importar qué. Me demostraste que valía la pena creer en algo me resultaba inútil. Pero después de mucho tiempo lo supe. Te amo Cassandra. No importa tu linaje de sangre ni lo que hiciste en el pasado, solo me preocupo por el presente.

Tenía tantas ganas de escucharlo decir que me amaba, pero cuando lo hizo, no pude reprimir las lágrimas de emoción. Siempre dije que era una llorona, pero mi corazón se comprimió más cuando Levi dejó caer un lagrima por su mejilla. El Ackerman dejaba ver su esencia como humano y escondió su rostro entre mi cuello, respirando lentamente para contener las lágrimas.

Eramos como dos niños consolándose en medio del mar y con los sentimientos a flor de piel. 

-Nada más me aterra que ver tu cuerpo sin vida. De no haber aprovechado mejor el tiempo que estuvimos juntos en la isla. Fui un tonto, cadete.

-Lo mismo digo, capitán. Te hubiera atado a la cama todas las noches solo para tenerte para mi sola.

-Y aun así no hubiera tenido suficiente.

Reí débilmente.

Me alejé un poco para poder verlo y nuestras miradas conectaron como aquella vez en mi examen de ingreso a la legión. Un brillo de complicidad entre él y yo. 

- ¿Está listo capitán para una última misión? - me senté y miré hacia la ventana que nos daba una pequeña vista del enorme mar que se extendía hacia nuestra próxima parada. Odiha.

- Siempre, cadete.




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⏰ Última actualización: Nov 13, 2023 ⏰

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Azar - Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora