Bajo arresto

592 60 10
                                    

Abrí la puerta lentamente.

Levi se encontraba sentado en su escritorio, mientras revisaba unos documentos. Él no estaba solo. Hange se encontraba parada en la ventana, ella también tenía las manos ocupadas con algunos papeles, que los leía con desesperación. El ambiente era tenso, la preocupación se reflejaba en sus rostros. Levi al verme aún en la entrada, alzó la voz:- ¿Qué haces ahí?

Me congelé unos segundos al verlo tan frío.

-Entra y cierra la puerta - asentí automáticamente.

Cerré la puerta y me acerqué a Hange.

-¿Qué sucede?- ella levantó la mano en señal de que guardara silencio.

Ninguno de los dos decía algo, tan solo leían papeles con prisa. No entendía lo que sucedía. Miré a Levi, pero él ignoraba mi presencia. La comandante se alejó un poco de mi y se sentó en el sillón que se alineaba con otro, frente al estante de libros que se presentaba muy limpio, por obvias razones, era la oficina del capitán Levi.

-Cassandra- la voz de Hange me alertó. 

-Si- me paré frente al escritorio del azabache, ahí ella jaló un silla junto a Levi. Ambos se veían tan imponentes viéndome con superioridad desde sus lugares. Por la seriedad del tono de voz de Hange, que rara vez escuchaba, era indicativo de que algo malo había pasado. Me preparé mentalmente para lo que se vendría, mis manos sudaban ligeramente por la incertidumbre de no saber que los tenían tan angustiados.

-Cassandra, tuviste suerte de que no te cruzaras con ningún miembro de la policía. Desde ayer tuvimos una reunión convocada por el generalísimo Darius Zackly, porque cierta información, sobre tu verdadero origen, llegó a oídos de los altos mandos militares.

-Mocosa, ayer estuvimos durante horas discutiendo con ellos. La sesión contó con la presencia de la reina, pues era necesario contar con su aprobación para proceder con el pedido de la Policía Militar...

Hizo una pausa larga, lo noté muy tenso por como apretaba la mandíbula y se movía incomodo en su silla. Esta vez la comandante continuo con lo que Levi no pude decir.

-Se reveló que tu eres otra descendiente de la sangre real y tu presencia perturbo a todos los altos mandos. Eso quiere decir que hay un traidor o traidora dentro de nuestro circulo que reveló esa información, y valla que lo hizo en el momento más conveniente.

-¿A qué te refieres?- solté casi como un susurro.

-La reina está embarazada.

-¿Qué?- mi pregunta sonó vulgar. 

Guardé silencio al no tener respuesta e intenté analizar la situación. 

Si los altos mandos saben de mi existencia y la reina está embarazada, ¿acaso me obligaran heredar al titán bestia en lugar de Historia? o ¿Planearían eliminarme si me consideran una amenaza?  

No puedo permitirlo.

Debo hablar con ellos, convencerlos de que no planeo nada en contra de Paradise y que puedo brindarles información real y no las maravillas que Yelena les cuenta. No quiero que perder lo que estaba construyendo con mis amigos, empezaba a entender sus motivos para odiar a cualquier extranjero, en especial a marleyanos, pero ellos no eran el verdadero problema, el plan de Eren era lo más peligroso en estos momentos y no sabíamos como lo ejecutaría o a quienes involucraría. 

-¿Qué fue lo que decidieron?- pregunté luego después de un gran silencio. 

Hange caminó hacia mi y me tomo de la mano.

Azar - Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora