Cassandra Tybur siempre fue la "Luz de Marley", la consentida de Willy Tybur, un arma política que utilizaba Marley para calmar las relaciones diplomáticas que tenía con las otras naciones. Su belleza e inteligencia son sus mayores armas de la joven...
-Eso vienes diciendo hace una hora- lo miré grueso.
Sus palabras habían sido rudas. Quise reclamarle, pero venía corrigiendo mis movimientos hace una hora. Su frente se fruncía cada que fallaba torpemente. Maldición. Especialmente en estos momentos fallaba en lo básico. Me desesperaba. En unas horas daré el bendito examen de reclutas y venía fallando en cosas que ya dominaba. Tragué saliva. Sostuve con fuerza las cuchillas y salté del árbol. El simulador de titán, había sido cortado débilmente. Levi me miró muy molesto, pues nuevamente fallé.
Mis pies tocaron el suelo y camino hacia él, quiero guardar compostura, pero estaba frustrada por mi deplorable desempeño. Sabía que la paciencia de Levi estaba en su límite, su postura era rígida, su rostro sombrío. Si no fuera por mi, él estaría cumpliendo su trabajo de capitán, entrenando a su escuadrón de elite para el ataque a Marley.
-¿Qué sucede contigo?- la pregunta fue directa.
Me acerco un poco hacia él.
-Lo siento, no sé que me pasa...- solté sincera.
-Yo sí.
-¿En serio?
-Estás nerviosa por lo de mañana, es eso.
-Si, tal vez ...
-Hey - se acercó sutilmente -Lo lograrás, Cassandra.
-Estas tan seguro que me causa escalofríos- bromee.
-Mocosa, no es momentos para bromas. Concéntrate en esto. Si te digo que lo lograrás, hablo en serio.
Su mirada tenía un brillo distinto. Pareciera que deseaba animarme con su tono frío característico. Reí internamente. Recordé la primera vez que lo vi y cuando me quebré frente a él, sin saber que este hombre me enamoraría locamente. Tal vez en un principio lo sentí como alguien diferente y solo me convencía de que era el enemigo. De pronto, esas aterradoras pesadillas vinieron a mi mente. Había visto su muerte y la de mis amigos. Temblé un poco al recordar lo último.
-Cassandra, mírame- sus manos se posaron sobre mis hombros, haciéndome despertar del trance.
-Lo siento, me distraje- bajé la mirada avergonzada.
-No te disculpes. Toma las cuchillas e inténtalo de nuevo.
Asentí.
-Tienes razón. Solo debo actuar y no pensarlo mucho.
-No te desconcentres, mocosa. Hazlo bien, es una orden.
Lo dice enserio. Lo sé. Sus palabras eran una advertencia. Pero lo que realmente sentía era su preocupación por mi desempeño de mañana.
-Si, capitán- respondí seria. Él solo asintió y se alejó del lugar para observarme mucho mejor desde lejos.
Tomé un bocado de aire y me impulsé por los aires. Eres fuerte, nunca lo dudes, Cassandra. Observo mi objetivo y nuevamente salto para cortar la nuca del titán. Fallé ¿Qué está mal en mi? ¡No lo entiendo!
-Tsk - escuché a Levi chasquear la lengua desde su lugar.
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