Cassandra Tybur siempre fue la "Luz de Marley", la consentida de Willy Tybur, un arma política que utilizaba Marley para calmar las relaciones diplomáticas que tenía con las otras naciones. Su belleza e inteligencia son sus mayores armas de la joven...
Los gritos de terror empezaron a escucharse por todo el buque. Nuestros anfitriones nos daban la bienvenida a la Isla Paradis. Mis manos temblaban pues aún no podía creer que me encontraba en el lugar que más he odiado desde que tengo memoria. Junto a mi se encontraba Yelena, desde que ambas dejamos el puerto de marley solo se limitó a decir unas cuantas palabras "sígueme", "actúa normal", "recuerda nuestro objetivo".
De pronto el buque empezó a ser levantado por lo que podría ser un titán. Yelena me tomó del brazo e irrumpió mi asombro, ambas nos agarramos de una estructura sólida del buque, ya que el titán tenía intenciones de lanzarnos al mar. Algunos soldados eran lanzados por distintas partes , mientras otros se armaron de valor a dispararle con todas la armas posibles al cuerpo del titán de aproximadamente quince metros, fue inútil. Todos sus esfuerzos eran en vano, el titán se regeneraba en cuestión de segundos, causando el pánico de toda la tripulación.
¡Son los demonios!¡Por Marley!¡No dejen que los vean dudar!¡Disparen soldados!
Esas eran la palabras del capitán al mando, pero eran en vano. En cuestión de segundos, mi cuerpo fue lanzado con una extraordinaria fuerza hacia las orillas de la Isla Paradis. La fuerte caída me dejó inconsciente durante unos minutos.
-¿Está viva, Hange- san ?- era la voz de un desconocido que daba signos de preocupación. Hace un minuto que me negaba abrir los ojos, de seguro estos desconocidos esperaban que este muerta después de esa terrible caída. Tuve suerte en caer sobre una superficie de paja, tal vez sea una carreta de alimentos.
-La voy a revisar. Ve a traer unas vendas y alcohol , Armin- ordenó la mujer. La sentí acercarse lentamente , sus manos inspeccionaron mi cuerpo y fue ahí cuando solté un gemido de dolor. Me levanté por el dolor y finalmente vi un "demonio" .
- ¡Está viva! - gritó eufórica la mujer. Yo estaba inmóvil, no podía creer que el primer encuentro con un "demonio" sería de esta forma. No tenía cuernos ni patas, de hecho lucía graciosa, con un parche en el ojo y una sonrisa de lado a lado, ambas de rodillas nos mirábamos cara a cara.
-¡Bienvenida soldado a la Isla Paradis!- fue lo segundo que dijo extendiendo sus manos en son de paz- Ya que te tomaste la molestia de cruzar el mar, déjame invitarte a tomar té.
" ¿Qué? ¿Qué significa esto?¿Dónde está Yelena ? "
Busco con la mirada a Yelena pero en donde me encuentro solo hay caballos y ... excremento.Maldita sea, no era paja, era excremento de caballo. Bueno al menos no estoy muerta.No puedo quedarme aquí , debo encontrar a Yelena y seguir las instrucciones de Zeke.
-¿A quién buscas?- soltó con curiosidad la castaña. Intente calmar mis nervios frente a ella y dije: Busco a mi amiga, tal vez esté herida...
- Muchos de tus amigos están en la orilla, ven conmigo- me tendió la mano. Durante unos segundos me negué a tomarla, pero no tenía opción. Al parecer no le importó ensuciarse de excremento, pues su rostro lucía calmado.
" ¿Por qué es amable conmigo?¿Qué pretende con esto?"
Empecé a caminar con dificultad pues el cuerpo lo tenía adolorido. Ella al parecer notó eso y me sostuvo con fuerza del brazo. No dijo nada en todo el camino, la noche era fría y la poca luz no ayudaba a mi estado deplorable. Finalmente llegamos a la orilla. El buque se encontraba hecho pedazos flotando en el mar, los soldados se encontraban arrodillados frente a un hombre de baja estatura quien sostenía unas grandes cuchillas.
" ¿Qué sucedió aquí? "
- Se los diré una vez más, si quieren vivir en la Isla Paradis dejen sus estúpidas ilusiones de conquista- dijo aquel hombre con voz profunda. Él al igual que la mujer castaña, Hange, llevaba una capa de color verde donde se visualizaba un estampado similar a unas alas.
-¡Levi!- gritó la mujer. Ese hombre se llamaba Levi, el mencionado volteó y frunció el ceño al vernos.
- Cuatro ojos , demoraste más de lo debido. Además, ¿qué es ese olor a mierda?- dijo mirándome con asco de pies a cabeza. Casi lo olvido, estoy vestida como soldado y cubierta por excremento de caballo por todo mi cuerpo. Nunca en mi vida pensé que tendría que hacer todo esto para salvar mi pellejo. Yo que siempre vestía finamente, con las joyas más caras y los vestidos más hermosos. Ahora solo tenia "olor a mierda", tal como él lo dijo.
-Disculpa Levi, pero fuí por ella , ya que fue la única que cayó por los establos. Hiciste lo que te pedí?- él asintió . De entre los soldados, una rubia conocida se levantó, era Yelena.
- ¡Ven demonio!¡No te tengo miedo!- una voz se escuchó a todo pulmón desde el grupo de soldados quienes apuntaban con sus armas,el capitán de la tripulación aún estaba vivo y destellaba chispas en sus ojos.
-Cálmense, ¿no ven al titán que está detrás de ustedes?- preguntó la castaña. Mis ojos viajaron hacia el titán que se mantenía en silencio, observaba con atención a todos los presentes, por un leve segundo sus ojos se encontraron con lo míos. Si no estaba equivocada , este era el titán de ataque, su portador era el hermano menor de Zeke, Eren Jaeger.
-¡No te escucharé demonio!¡ Venimos a matarlos...
Se oyó un fuerte disparo.
El cuerpo del capitán cayó al suelo en segundos.El capitán estaba muerto. La responsable de su muerte era nada más y nada menos que Yelena. Lo que hizo después dejó confundidos a todos, excepto a mi.
- Estoy agradecida por su bienvenida- alzó sus brazos en señal de paz.
-En ese caso déjame invitarte un poco de té - respondió la castaña. Al parecer la mujer que me ayudo estaba a cargo de todo , la castaña con el parche en ojo.
-Dejen sus armas y reciban nuestra hospitalidad- se dirigió a los demás soldados quienes se encontraban en shock por la muerte del capitán y no era para menos, si era una de sus soldados quien le disparó.
Poco a poco los soldados cedieron dejando sus armas en el suelo. Yo aún me mantenía al margen de la escena pues Hange aún me sostenía con sus brazos.En ese momento Yelena me dio una mirada que no comprendí.
-Te llevaré a la enfermería, la caída te ha dejado mal... - la miré aún confundida.
-No me mires así, solo curaré tus heridas- fruncí el ceño. No puedo aceptar más su ayuda, acaso se esta burlando de mi?
- No tienes que ayudarme, iré con mis demás compañeros marleyanos- me aparté de ella bruscamente y empecé a dar pequeños pasos. Con la cabeza en alto sin mostrar signos de debilidad
"Grave error, Cassandra"
De pronto todo se volvió negro, la cabeza me daba vuelta, no sé si era por el nauseabundo olor a excremento o porque de mi cabeza salía un extraño líquido ¿denso.
-¡Hey espera!- su voz se escucho cada vez más lejano. Di vuelta torpemente para encararla, pero fue inútil.
-¡Ya te dije no necesi...
Caí. Lo último que recuerdo fue que mi cuerpo era cargado bruscamente por unos brazos desconocidos.
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