Cassandra Tybur siempre fue la "Luz de Marley", la consentida de Willy Tybur, un arma política que utilizaba Marley para calmar las relaciones diplomáticas que tenía con las otras naciones. Su belleza e inteligencia son sus mayores armas de la joven...
No pasó mucho para que mis manos perdidas, se deslizaron en el abdomen del mayor, éste al notar mi acción, supo que aquellas prendas impedían el contacto directo entre mis manos y su piel. Por lo que, se acomodó encima mío y me beso profundamente. Nuestros labios dieron paso a un beso más delicioso, más húmedo. Sin pudor, Levi soltó unos gemidos roncos, volviéndome cada vez más ansiosa por tenerlo desnudo sobre mi.
-Levi ... -dije entre sus labios.
-Mmm
No dejábamos de besarnos con intensidad. Me tomó ambas manos por encima de mi cabeza. Mis caderas rozaban ese bulto entre sus piernas, provocando que él maldijera por lo bajo. Detuve mis labios y lo miré acalorada. Él lucía confundido. Tenía unas escasas gotas de sudor por mi frente. Ambos ardíamos en un fuego tortuoso. Traté de regularizar mi respiración. Mi cuerpo pedía sentirlo piel a piel.
-No es justo, estoy semi desnuda y tu aún llevas el uniforme completo. Quítate la camisa- ordené con valor.
Él me miro serio. Tal vez fue demasiado. Generalmente es él quien da las ordenes, pero en este momento, ambos éramos iguales. Me mordí los labios al verlo parado y con la mirada fija en mi. Mis nervios crecían con el pasar de los segundos. Él dio unos pasos atrás, "tal vez para irse", pensé. Sin embargo, mi mirada cambio cuando sus manos, poco a poco, se quitaba la chaqueta de la legión y lo dejaba caer al suelo. Sus ojos grababan mi reacción, pues sin vergüenza, relamí mis labios hinchados, sensualmente. Luego de unos minutos, su camisa se abría, dejando ver su torso pálido y marcado. Sus abdominales resaltaban cuando llego al medio. Sus brazos no eran demasiados gruesos. Perfecto. Aunque el capitán era de baja estatura, su cuerpo estaba muy bien marcado en los lugares precisos.
-¿Te gusta lo que ves?- dijo, cuando llegó al último botón.
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Solté un gemido. Él lo tomó como una afirmación. De repente, sus manos se dirigieron a las correa de su pantalón, y en un abrí y cerrar de ojos, se quedó en ropa interior. Aquella tela dibujaba la gran erección de su miembro, que pedía a gritos ser liberado. Tragué saliva disimuladamente. El bulto era grande, tanto que me puso nerviosa. Esta era la primera vez que vería desnudo a un hombre.
- ¿Qué sucede?- levanté la mirada. No me había dado cuenta que permanecí como un minuto mirando aquella parte de su cuerpo- Te quedaste muda.
-Mmm- solté avergonzada.
-¿Debería continuar con la última prenda?- su tono burlón me encendió.
-Es mi turno- me levanté de la cama y dispuse a bajar lentamente mi falda. Mi ropa interior era de color blanco, dejando en evidencia la húmeda que había provocado su ardientes besos. Me sentía algo tímida cuando quedó prendido en esa zona. Levi no tenía experiencia alguna con las mujeres y yo era la primera a la que veía de esa forma. Tanto él y yo, nuestras miradas curiosas grababan el cuerpo del otro.
