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En cuanto el alfa presionó los códigos de la puerta, ambos entraron al penthouse con la idea de irse pronto a la cama. En medio de un bostezo, Jimin se quitó los zapatos y arrastró los pies hasta la cocina. Adoraba lo bien que se sentía el ambiente del departamento, con una mezcla del aroma de ambos y la comodidad que ni en su propio departamento disfrutaba.

De camino al refrigerador, soltó un suspiro dramático. —Ni siquiera son las doce y ya quiero irme a dormir.

Si hubiera sido decisión suya, Jimin se hubiera quedado en el local hasta que el restaurante cerrara, que solía ser a medianoche, pero desde que dormía con Yoongi su reloj natural se había adaptado al suyo y ahora ya no podía resistir en las madrugadas. Terminó siendo él quien comentara lo exhausto que estaba y cómo los únicos dos vasos de cerveza lo tenían en el ring, luchando contra ellos para no caer dormido.

No tenía idea de qué haría una vez volviera a estudiar, ¡ya no sobreviviría a la universidad!

—Vamos a dormir —aceptó Yoongi mientras se acercaba, luciendo muchísimo más agotado que él, a pesar de haber bebido lo mismo.

De todas maneras, y de camino también al refrigerador, el alfa tuvo las fuerzas suficientes para rodearle la cintura entre los brazos. 

Jimin de inmediato se pausó. —¿Hmm? —Apoyó las manos en los antebrazos que se apoyaban en su vientre—. ¿Todo bien?

Le sintió asentir contra él, su mejilla se frotó en su cuello por el movimiento. —Estoycansado —le explicó con simpleza, y Jimin sonrió, enternecido. 

Tenía alcohol en el sistema. Eso lo hacía tener un poquito más de confianza para esa clase de muestras cariñosas, como cuando estaba medio dormido. Y lo hacía más hablador también, pero no esa noche. Le faltó un par de vasos más para eso.

Jimin decidió, así, no moverse. Se apoyó contra el pecho de su alfa y ronroneó al sentir el aliento tibio chocando en su cuello.

En medio de la cocina, ambos a ojos cerrados, respiraron tranquilos en el hogareño silencio. La calma les hacía querer acurrucarse en el otro. O Jimin lo sentía así, al menos. Solo quería tomar a su alfa y esconderse en su aroma el resto de la noche.

Ah..., Jimin no quería admitir las horribles ganas que ha tenido de hacer un nido en el dormitorio desde ayer, o la ansiosa esperanza que ha tenido durante el día de que Yoongi le comentara lo bonito que se veía. 

La forma en la que le sostenía ahora, sin embargo, junto a lo inesperada de la acción, le brindaron a su lobo la tranquilidad que pareció necesitar desde que se levantaron de la cama.

Sonriendo un poco, Jimin inclinó la cabeza hacia el hombro en el que Yoongi apoyaba la mejilla y, sin abrir los ojos, se movió hasta que sintió la nariz del alfa contra la suya. Con aquella aceptación, se removió en los brazos pálidos y rodeó los hombros de su novio, robándole un beso corto en el proceso. 

—Vamos a la cama —sugirió Jimin con dulzura—. Estoy agotado.

Yoongi le miró un segundo entero antes de asentir. —Primero me lavaré los dientes. 

—Vale. Colocaré las fotografías y voy detrás de ti. 

Yoongi asintió otra vez, girándose para ir de camino al pasillo. Jimin solo vio su reflejo en el ventanal cuando la luz del baño se encendió. Escuchando el agua del lavamanos correr, Jimin tomó las dos fotografías polaroid de su bolsillo y las acomodó en la puerta del refrigerador con algunos imanes. 

Eran sus primeras fotografías de pareja en casa...

¡No es mi casa!

Jimin cerró los ojos con fuerza, presionando las palmas en sus mejillas. 

Want you to love me || YM ||  ~MilaWhere stories live. Discover now