❦ 42 ❦

20.2K 2K 2K
                                    

Bajo la capa oscura del cielo nocturno, Yoongi descansaba en la espera. Otras personas lo rodeaban, una pareja en un lado y un anciano en otro. Las mesas al aire libre estaban adornadas con manteles bordados. Yoongi sentía el aroma de la cerveza, cigarrillos y fritura. 

Llevó la mirada a sus manos, viéndolas descansar en su regazo, resaltando en palidez gracias al traje negro y el frío de febrero. El carrito de comida a su espalda emitía calor, pero Yoongi no estaba cerca. La mesa que enfrentaba estaba vacía.

—Muchacho —La voz amable de un hombre llamó su atención—. Su pedido ya está listo. 

Yoongi se levantó y fue por él, alargando el brazo para tomar la bolsa que le era ofrecida en la altura. Carraspeó antes de agradecer, y separó los labios cuando notó la cantidad. 

—Solo pedí una docena —murmuró, alzando el mentón para poder verle mejor. 

El hombre asintió con una sonrisa, de camino hacia un par de estudiantes listas para pedir. 

—La otra docena va de regalo —le dijo—. No te preocupes, los malos días se pasan mejor con el estómago lleno —Yoongi dejó la bolsa sobre la mesa y buscó su billetera—. Lo digo en serio —exclamó—. Van de regalo. Está bien.

Yoongi tragó saliva. —Gracias. 

Tomando la bolsa otra vez, Yoongi se puso a caminar de camino al penthouse, con el corazón todavía pesado. Se preguntaba qué tan miserable se veía como para que un vendedor de pollo frito se viera en la necesidad de alegrarlo un poco. 

Estaba preparándose para entrar a su departamento y obligarse a comer algo. No lo ha hecho desde que salió del cementerio. Los pies le dolían. Su cabeza también. No sentía las manos del frío. 

Mañana tenía que trabajar temprano. 

—¡Alfa!

Yoongi alzó el mentón con un respingo, viendo a Jimin frente al ascensor. Parecía venir de la universidad. Lo miraba con cejas arqueadas y una sonrisa emocionada. 

—Hola. 

—Hola~. ¿Me invitas a tu penthouse?

Yoongi suspiró, sin dejar de caminar a él. 

—¿Ahora ya ni me preguntas cómo estoy?

—Estoy intentando otras estrategias —explicó con una risilla. 

Vio a Janghoon alzar la mirada de la computadora de la recepción y sonreír disimulado, volviendo a bajarla. 

¿Qué traes ahí? ¿Tu cena?

Yoongi bajó la mirada a mirar la bolsa que colgaba de su mano. Hasta se le había olvidado.

—Mh.

—Tampoco he comido todavía —Jimin presionó el botón del ascensor y esperó a su lado—. Podríamos compartir. Yo sumaré cerveza, ¿sí? No quiero comer solo esta noche.

Yoongi le dirigió la mirada. Jimin le veía con expresión taciturna. Dudoso, pero con una minúscula sonrisa en el rostro. Desde esa primera vez que se encontraron en el ascensor, hace unas dos semanas, Jimin no ha vuelto a cruzar a su burbuja personal.

Mientras las puertas frente suyo se abrían y veía al omega hacer su camino en el interior, Yoongi se le quedó mirando. Jimin lucía pequeño hoy. Estaba abrigado, con una bufanda cubriéndole hasta los labios. Sus mejillas y la punta de su nariz estaban sonrojadas.

Want you to love me || YM ||  ~MilaWhere stories live. Discover now