Want you to love me || YM || ~Mila

❦ 25 ❦

Para la mañana siguiente, Jimin volvió a despertar antes que Yoongi. Aun así, muy diferente al día anterior, la hora no fue tan alejada de lo que estaba acostumbrado. Había podido dormitar al costado del alfa unos cuantos minutos antes de notarlo removiéndose de a poco, despertando a su propia velocidad. 

Poco rato después, Yoongi se giró en su dirección para pasar el brazo sobre su cuerpo y apretarlo contra él, sacándole una risita cuando comenzó a frotar la nariz detrás de su oreja. 

—Buenos días —murmuró Jimin, con los ojos cerrados, escuchando el gruñido grave naciendo en el pecho del alfa, bufando por no sentir su aroma en él.

La noche anterior Yoongi se durmió temprano. En cuanto terminaron de cenar, Jimin se disculpó por ambos y obligó al alfa a subir al dormitorio. Su novio estaba tan exhausto que apenas se pudo cambiar de ropa antes de caer dormido como un bebé sobre el colchón; tan rápido que, por un momento, a Jimin hasta gracia le causó. 

El omega se acomodó en su lado de la cama y pasó algunas horas hablando con Lisa y Chungha por chat. Desde ahí, para antes de la medianoche, y sufriendo entredientes por el frío que parecía ser incluso peor que el de la noche anterior, se durmió pegado a la espalda de Yoongi.

—Necesito otro pijama —avisó Jimin en un murmullo quejumbroso.

El alfa se frotó el rostro con las manos, intentando quitarse rápido el sueño. Jimin se giró a él y se ocultó debajo del edredón, dejando sólo los ojos a la vista en lo que el alfa poco a poco se desperezaba. 

—Y necesito un suéter, uno más grueso. Algo para poder usar aquí adentro. Y bonito. 

—¿Has pasado frío? —preguntó Yoongi, estirando el brazo para enredar los dedos en su cabello rizado, jugando con los mechones desordenados. 

Jimin asintió. —¡Hasta soñé que moría congelado! —exclamó en un susurro, haciendo al otro sonreír—. En serio, fue horrible. Por suerte eres un alfa y tienes calor corporal de sobra, fuiste mi calefactor durante toda la noche. 

—Eso explicaría por qué soñé con un monito que se me encaramaba y no me dejaba ir.

Jimin se rio, dejando un golpe liviano en su pecho. —¿Cómo que monito? —Yoongi sonrió, sin la energía suficiente para abrir de nuevo los ojos—. Noo, alfa, no te duermas otra vez.

—Cinco minutos y ya —prometió, acomodándose de costado y picando las costillas de Jimin para sacarle una risa ahogada. 

Con la espalda dirigida a la puerta y su objetivo de hacer reír a Jimin cumplido, comenzó a molestarle con apretones a ciegas en su rostro. Jimin le sujetó las manos con un enternecedor gruñido y, entre manotazos suaves, terminaron acomodados en una lucha de pulgares. Yoongi sin abrir los ojos y Jimin dándolo todo para ganar.

El alfa sabía que ambos se hubieran dormido otra vez si no hubiese sido por los pequeños golpecitos en la puerta. Jimin se separó un poco de él, queriendo alzarse del colchón para ver de quién se trataba. Yoongi, en cambio, dejó caer el brazo flojo alrededor de su cintura y lo apretó contra él.

Con chillidos y risas ahogadas, Jimin alcanzó a acomodarse y logró mostrar la mitad superior de su rostro a la persona que abría la puerta. En cuanto el omega le vio, sonrió en grande. 

—Tío Yoongi —Bogum habló, con la mano en el pomo.

—Mh —El alfa contestó sin girarse, apretando el brazo alrededor de la cintura de su omega para intentar acomodarlo de vuelta al colchón. Jimin soltaba risitas, luchando por mirar al pequeño Gummie por sobre el hombro de Yoongi—. Qué ocurre.