2 ❦ INTRO

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El día que Jimin fue contratado oficialmente -con una llamada de Lisa como aviso- fue durante la misma semana que llegó a su nuevo departamento en el centro de la ciudad. La llamada llegó un día después de hablar con el CEO, cuando ya llevaba unos seis días transportando sus escasas cositas a su vacío departamento.

El lugar era tan lindo que a Jimin poco le importaba tener solo la cama y sus libros de la universidad adornando el interior.

Esa semana, cuando todavía pensaba en lo emocionado que estaba por ir a su primer día de trabajo, ansioso por el comienzo de su primer semestre también, Jimin descubrió que el universo definitivamente le estaba enviando señales.

Conocer a Yoongi, lo confirmó ese día, era parte de su destino.

—Bienvenido a la empresa —El alfa le ofreció la mano cuando las puertas del ascensor se cerraron, después de que ambos se quedaran mirando por un largo rato, sorprendidos de la presencia del otro—, espero que nos llevemos bien.

Con sus labios separados y sus bien abiertos ojos brillando en su dirección, Jimin tomó la mano de Yoongi entre sus dos palmas y se acercó a él de golpe.

—¡Alfa! ¡Vives aquí!

—Sívivoaquí —murmuró el otro, echándose para atrás.

—¡Ohhh! ¡Es el destino! ¡Lo sabía! ¿Vives en mi piso? ¿Eres mi vecino?

Yoongi, aún alejado, negó.

—No, voy al último.

—¿¡En el Penthouse!? Espera, por qué estoy sorprendido. Claro que vives en el Penthouse.

Jimin le soltó una barbaridad de comentarios que ni siquiera él mismo recuerda. Le mencionó lo muy emocionado que estaba de verle. Le pidió una cita de inmediato, diciéndole que de todas maneras sólo estaría trabajando ahí un año, y que si comenzaban una relación antes de aquello se comprometía en no mostrar afecto en el trabajo.

Yoongi se había asustado al principio, pero poco a poco su rostro serio y calmo había vuelto a dominar. Sólo por el aroma dulce del entusiasmo, Yoongi podía confirmar que el omega no era un psicópata, y que la energía desbordante parecía ser parte de su personalidad alegre y nada más. Como un cachorrito que acababa de aprender a jugar.

—Piso cuatro —Yoongi le interrumpió, cuando las puertas se abrieron y el omega no salió.

Él, de inmediato, le mostró una dramática expresión entristecida. 

—¿No vas a invitarme a tu Penthouse? Siempre he querido conocer uno. Además, acabo de mudarme y mi departamento es aburrido. Lo único que puedo hacer es estudiar y-

Con la mano extendida en la espalda ajena, Yoongi empujó suavemente al omega fuera del ascensor. Las puertas se cerraron entonces, y Jimin sólo pudo mirarle irse con los labios abultados en derrota. 

Las dos siguientes veces que se encontraron en el ascensor, ambas cayendo en el primer mes de haberse conocido, Jimin continuó intentando recibir el permiso de subir a su piso. En el trabajo, mientras tanto, Yoongi ya comenzaba a pedirle ayuda en algunas cosas, aunque por lo usual seguía ignorándolo. ¡Como si no fueran vecinos de edificio!

Pero como un viejo una vez le dijo: "pues si no funciona a la segunda, funcionará a la tercera".

Y la tercera vez que se encontraron a la entrada del edificio, Jimin logró persuadir al alfa con dejarle subir a su penthouse para compartir la cena, pues no había comido nada en la universidad y ahora no le apetecía comer a solas. Yoongi llevaba algunas alitas de pollo por casualidad esa vez, por lo que después de mirar la bolsa y entender que no podría comerse todo eso por su cuenta, permitió que el omega subiera al fin.

"Sólo esta vez", le había dicho. 

En la actualidad, ocho meses después de haber conocido al CEO, Jimin pasaba casi la mitad de su tiempo en el Penthouse del alfa. La otra casi mitad, la pasaba en su oficina.

 La otra casi mitad, la pasaba en su oficina

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2/3 escena de introducción~

Mila~

Want you to love me || YM ||  ~MilaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora