Want you to love me || YM || ~Mila

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Una vez sus cosas estuvieron resguardadas en el casillero, Jimin se ajustó el bañador y avanzó por el camarín hasta encontrarse con el espejo de la entrada. El estilo rústico que tanto ha disfrutado pasó a segundo plano cuando fue recordado de las marcas en su piel.

Se mordió el labio e, inconscientemente, se llevó las manos al vientre. Un intento instintivo en cubrirse. No solía tener problemas con estar sin camiseta, pero ahora que su lobo estaba completamente comprometido a Yoongi y, además, su celo estaba a la vuelta de la esquina, todo en su adn de omega le instaban a solo mostrarse descubierto frente a su alfa.

Con una respiración lenta y profunda, alzó el mentón y luchó por convencerse que Yoongi disfrutaría verlo. Sabía que su novio, a pesar de controlar u ocultar bien los impulsos de su lobo, se enorgullecería de todas las marcas visibles. Una imagen clara de pertenencia.

Jimin se descubrió a sí mismo en el reflejo sonriendo como idiota. 

Se recompuso rápido, dejando unas suaves palmadas en sus mejillas antes de tomar una de las toallas disponibles y dar pasitos cuidadosos por el piso de madera. 

Al cruzar la puerta parpadeó frente al sol débil de invierno, encontrando a Yoongi de inmediato. El alfa estaba entre las rocas decorativas de las termas, mirando los árboles y las montañas lejanas en la completa calma de un típico introvertido. Estaba con un bañador negro que le cubría la mitad de los muslos y las manos metidas en los bolsillos. 

—Alfa —Jimin terminó de dar sus pasos en punta por el piso de piedra lisa y césped, viendo a Yoongi girarse en su dirección—, ¿por qué no estás ya en el agua?

—Solo podemos estar veinte minutos, te estaba esperando.

—Oh... —Jimin pensó en los casi diez minutos que probablemente pasó semidesnudo en su espera, y su lobo lo regañó—. Perdón por la demora...

Con labios abultados y viendo una minúscula sonrisa tranquilizadora en el semblante del alfa, Jimin se puso de puntitas otra vez. "¿Beso?", preguntó. Con gusto, fue víctima de no uno solo, sino de dos. Con las manos de su novio acomodadas en su cintura para darle seguridad en la punta de sus pies (o para que no se alejara antes de tiempo). De vuelta en sus talones, se mordió los labios.

Jimin estaba aprovechando al máximo las condiciones seductivas de su pre-celo, sí.

—Por qué sonríes así —le preguntó Yoongi, con ojos entrecerrados.

—Estoy feliz, déjame.

Jimin dejó su toalla sobre una de las rocas que alcanzaban la altura de sus hombros y sostuvo la mano que Yoongi le ofrecía, metiéndose cuidadosamente. El vapor flotando sobre el agua caliente permitía que las únicas otras dos personas dentro, bastante lejos de ellos, pasaran desapercibidas en identidad. 

—Oh, benditos los caminos que elegí para llegar aquí —Jimin murmuró con ojos cerrados, casi derritiéndose sobre las piedras, dichoso de su piel cosquilleando por el agua caliente alcanzando su cintura.

Yoongi, acomodado a su lado, soltó un suspiro sonoro y se recostó casi por completo, dejando sus antebrazos sostener parte de su tronco alzado. Jimin sonrió con el labio inferior entre los dientes, disfrutando la vista de su atractivo alfa cerrando los ojos de puro gusto.

—Hace rato mentí —murmuró Yoongi—, creo que las termas sí son mejor opción que dormir.

Jimin se rio, girándose en su puesto y quedando panza abajo. El agua alcanzando sus omóplatos, apenas dejando sus hombros al aire libre. De buen humor, cerró los ojos también, apoyando el mentón en las palmas de sus manos.