Want you to love me || YM || ~Mila

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Jimin apartó la mirada de la televisión cuando escuchó a Yoongi suspirar. 

Llevaban menos de cinco minutos desde la última mirada que compartieron. Desde entonces, cada uno intentó seguir con lo suyo en silencio. Yoongi en sus informes virtuales, Jimin en el programa de variedades y su helado. Aunque ninguno de los dos estaba seguro de que estuviera resultando tan bien.

Jimin miró al alfa desde el sofá, esta vez sí pasando desapercibido. A pesar de que Yoongi seguía frente a su laptop, el hombre tenía los ojos cerrados, el ceño fruncido y la mano en su cabello. 

El ordenado peinado que enseñaba su frente se acababa de desordenar un poco, con un delgado mechoncito rubio cayendo sobre su ceja. En seguida, Jimin desvió la mirada al bíceps resaltando en la tela apretada.

Aunque las acciones parecían pocas, de todas formas tuvo que resistirse a soltar su propio suspiro.

Jimin jamás ha estado tan feliz de haber regalado una camisa antes. No solo porque Yoongi parecía adorarla y la usaba al menos una vez a la semana, sino por cómo el hombre lucía en ella. Algunas veces hasta creía que el alfa la usaba a propósito, para provocarlo o algo. 

Procurando ser un buen novio, Jimin se resistió a la necesidad de coquetearle y alargó el brazo hacia el control remoto. Bajó el volumen de la televisión con mejillas sonrojadas, ignorando lo avergonzado que estaba por pensar en tantos escenarios ficticios en tan poco tiempo. 

Ni siquiera intentó preguntarle a Yoongi qué le ocurría. No percibía estrés o ansiedad en su aroma. Parecía más un problema de concentración. Por eso mismo, sin querer estorbar, Jimin se recostó a lo largo del sofá y buscó arrellanarse entre los cojines sin decir ni una palabra, decidido a esperar hasta que su alfa se desocupara. Ya ahí pediría algo de atención.

No obstante, con su celular cargando al lado del televisor, no había mucho en lo que distraerse.

Se quedó mirando el techo del penthouse un rato, soñando despierto. Alzó una de sus manos frías para apoyarla en sus mejillas y enfriarse un poco el rostro.

Hace tanto calor...

Eso, o quizá solo le hacía falta un poco de agua.

Antes de siquiera decidirse si ir por ella o no, Jimin de pronto escuchó la silla del comedor y unos suaves pasos acercándose a él. En seguida se congeló, parpadeando y esperando quieto en la misma posición en la que se acomodó primero. 

Cuando Yoongi afirmó las manos en el respaldo del sofá, Jimin seguía recostado. 

—Qué ocurre con la televisión —fue lo primero que el alfa cuestionó, con ojos entrecerrados, mirándolo como si estuviera a punto de encontrarlo culpable de algún crimen.

Jimin movió el brazo de la altura de su cabeza para apoyarlo sobre su abdomen.

—El volumen parecía estar distrayéndote.

Yoongi alzó una ceja. 

—Sabes que no era eso lo que me distraía.

Jimin tragó.

El omega en serio no lo sabía, pero recibió la nueva información con respetable calma.

Finalmente dejando su sonrisa a la voluntad del espectador, Jimin alzó la mano y sostuvo la corbata que colgaba en la altura. Yoongi no movió ni un músculo con eso, solo viéndolo acomodarse hasta que quedó afirmado en sus rodillas y a una altura similar.

—Entonces..., ¿ya terminaste? —le preguntó Jimin, sosteniendo la corbata entre ambas manos.

—Puedo tomarme un descanso...