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Ligeramente desconectado de la realidad, con la mirada perdida en un caldo que burbujeaba ya listo para ser servido y con los brazos colgando por sus costados como si no tuvieran utilidad.

Así estaba Jimin.

Mientras observaba el caldo que había preparado, cada minuto compartido con Yoongi esta última semana se procesaba a mil por hora en su mente; buscando señales, respuestas, causas. Cualquier argumento que le explicara cómo era posible que el calor de su alfa se haya adelantado más de un mes.

Es que no le entraba en la cabeza que haya sido solo por complacerlo. Tenía que ser por algo más, ¿no? Incluso que Yoongi hubiera entrado en calor mientras Jimin estaba en su propio celo hubiera sido más razonable que esto. 

—Lo siento... —murmuró una voz ronca tras él.

Jimin parpadeó y dejó de perderse en las burbujas del caldo, negando con la cabeza mientras apagaba el fuego. 

Yoongi estaba adherido a su espalda, con la nariz en su cuello y solo la ropa interior. Sus brazos no han soltado su cintura desde hacía minutos.

—¿Por qué te disculpas? —preguntó Jimin, indignado—. No es que hayas querido adelantar tu celo a propósito.

Yoongi continuó con las manos tibias contra su vientre desnudo, dejando sus piernas y trasero descubiertos gracias a la posición. Jimin, además de también llevar solo la ropa interior, llevaba por encima la sudadera negra. 

—Lo siento —repitió ronco, frotando la nariz en su nuca. 

Jimin cerró los ojos, sintiendo la electricidad ya tan familiar subirle por la espalda y las cosquillas de anticipación comenzar en su entrepierna. Yoongi definitivamente estaba entrando en calor. Su propio lobo reaccionaba con una sumisión absoluta a cualquier toque que le dedicaba.

Suspiró.

—Ah, amor —murmuró con voz delicada, pasando los dedos por los brazos que se mantenían firmes a su alrededor—. ¿Por qué sigues disculpándote? No es como si esto fuera a enfadarme.

—¿No estás enojado?

Jimin juntó las cejas y se esforzó en girarse dentro de su agarre. Su corazón casi cayó al suelo de la ternura que sintió al verlo con los labios algo abultados, luciendo tan culpable y consternado.

—Claro que no —le aseguró—. Solo sorprendido. Como tú —Yoongi, antes de consultárselo, dudarlo o prepararlo, se inclinó a dejar un par de besos sobre sus labios—. U-Uhm- —Jimin se esforzó en abrir los ojos. Tragó saliva y se esforzó incluso más en mantenerse firme a la mirada atenta que le dedicaba su novio—. La cena está lista —informó con tono inestable—. ¿Comemos antes de... hacer cualquier otra cosa?

Yoongi asintió, y por primera vez en casi quince minutos, quitó las manos de él.

—Llevaré las cosas a la mesa.

—Vale...

Oh, santo cielo.

¿Estaba siquiera preparado para esto? Jimin apenas ha comenzado a leer algunos blogs esta semana. Ni siquiera tenía las preparaciones que leyó. ¿Un collar? ¿Lubricante? ¡Ni siquiera sabía si Yoongi ocuparía juguetes!

No digo que un juguete no fuera a funcionar, ¿sabes? Todo depende del alfa y con quién esté, pero es probable que no quiera ocuparlo. Si no quieres tener sexo con tu alfa, eso está más que bien, pero si le muestras un juguete sin haberlo hablado antes, te arriesgas a lastimar sus sentimientos. Es que, verás, en la mayoría de los casos, el lobo de tu alfa preferirá no tocarte por lo largo de todo su celo, que tocar un juguete y arriesgarse a que te decepcione su supuesta falta de control. Lo verá como una prueba. Él o ella solo querrán mantenerse firmes y asegurarte que un juguete jamás podrá reemplazarte.

Want you to love me || YM ||  ~MilaWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu