A Jimin le gusta llamar a Yoongi su alfa (y Yoongi hace lo posible para fingir que no le gusta).
♔ Slowburn, con una pizca de drama y muchas escenas románticas.
♔ Jimin es una bolita de energía y amor.
♔ Yoongi no es malo, pero sí es re lento.
Dud...
Yoongi, con el cabello rubio desordenado y los molestos ojos entreabiertos, miraba al omega en la entrada de su departamento con una mochila colgada en la espalda y una carpeta entre sus brazos.
—Cómo es que siempre apareces cuando estoy tomando mi siesta —Yoongi se giró con un gruñido y arrastró los pies de vuelta a su habitación.
Su malhumor era como una llamita de un encendedor acercándose poquito a poco a una fuga de gas.
Jimin se rio con culpa. —Es un talento innato —dijo, formando una mueca y cerrando la puerta detrás de él con cuidado.
Avanzó al interior con los pies descalzos y a pasitos cortos, echando a caminar al sillón blanco a un costado de los ventanales para sentarse sobre la alfombra a estudiar, como ya le era costumbre.
Mientras tanto, su vista estaba pegada en la figura floja del caminante semi despierto. En su departamento no parecía más que un niño. Con el cabello desordenado, pantalón deportivo, pies descalzos y una sudadera negra con capucha que ocupaba prácticamente todo el tiempo.
—2416 —dijo el alfa.
—¿Ah?
—La contraseña. Entra y deja de tocar el timbre, de todas maneras reconozco tu aroma en cuanto entras. No llamaré al guardia si te apareces.
Jimin sonrió en grande, mirando su espalda. —¡3041! —le gritó de vuelta, cuando el alfa ya había desaparecido en su dormitorio. Aunque no le contestó.
Después, dejó caer la mochila sobre la alfombra y se sentó también. Sacó sus libros y laptop, y lo dejó todo sobre la bonita mesa de centro, donde comenzó a estudiar para su siguiente examen.
Claro que podía estudiar en su propio departamento -que, por cierto, ya estaba completamente amueblado- pero para qué hacerlo cuando podía subir un par de pisos y pasar tiempo extra con Yoongi. Así, además, no se distraía pensando en lo que el alfa estaría haciendo.
Y podía verlo en su vestimenta casual..., que era prácticamente el objetivo final de todo.
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