Capítulo 17.- Obsequios para una dama

1.7K 227 203
                                    

Luego de que Levi se diera una vuelta por Scotland Yard para reunirse con Erwin y mantenerlo al tanto de sus movimientos en Whitechapel, supo que Hanji se había retirado temprano aquel día, lo que lo tomó por sorpresa.

— Hoy fue un día tranquilo, dentro de lo que cabe. —Le dijo Erwin detrás de su escritorio, y en efecto aparentaba más calma que los días anteriores.— Mike y Nanaba vinieron a darnos una visita y charlamos un rato.

— ¿Y por eso tuvo que retirarse temprano? —Preguntó Levi, levantando una ceja con curiosidad.

Erwin se encogió de hombros con una leve sonrisa.

— Agradezco cualquier excusa que mande a Hanji a descansar. Ha trabajado muy duro desde que llegó a Inglaterra. —Le dijo, tras lo cual su expresión se volvió más seria.— Nunca ha sido una mujer a la que le sea sencillo relajarse. Va de un lado a otro pues considera que todo debe tener una respuesta. Ama experimentar.

Levi se mordió la lengua, pues cuestionar a su superior y amigo sobre su antigua relación con Hanji no era buena idea. Aún así, la imagen vino a su mente y lo puso terriblemente celoso.

— De cualquier modo, creo que se ha retirado temprano porque Nanaba la invitó al baile del duque de Brighton en Mayfair, esta noche. —Continuó Erwin, quien no se había percatado del cambio de ánimo del detective.— Mike me dijo que Nanaba estaba deseosa de llevarla, pero no creí que aceptara.

— ¿Por qué?

— Ella siempre detestó las reuniones sociales. —Le explicó el rubio, compartiendo una mirada con él.— No porque fuera tímida, sabes que es una mujer extrovertida y animada, pero nunca se le dieron bien las normas de etiqueta y protocolo. Además, a menudo se le escapan temas de conversación inapropiados.

Levi graznó largamente, levantando la vista al techo.

— Imagino que soltará alguna asquerosidad sobre el aparato digestivo post mortem o algo así...

— Una vez abochornó a la esposa de un embajador cuando le hizo saber sobre las erecciones por asfixia. —Erwin asintió mientras Levi volvía a quejarse en un gruñido.— Mi único consuelo es que irá acompañada de los Zacharius, así que no estará sola.

Tras aquella conversación, Levi se retiró de la oficina de Erwin y de Scotland Yard con un gesto reflexivo.

No sabía por qué razón Hanji accedería a ir a un baile en Mayfair, siendo que le disgustaban tanto, y más tomando en cuenta su confinamiento en Whitehall Street. Lo único que Levi podía deducir es que estaba mortalmente aburrida, o quizá que quisiera conocer gente nueva.

De cualquier forma, le preocupaba que pudiera ponerse en peligro yendo tan lejos y además de noche, aún si estaba acompañada por el Teniente Zacharius.

Cuando Levi volvió a Whitehall poco antes de las tres de la tarde, encontró a Hanji y Mikasa leyendo en una mesa de la sala de estar, una junto a la otra con varios libros abiertos frente a ellas. La doctora ponía mucho cuidado señalando las palabras, mientras Mikasa repasaba las líneas escritas y asentía cada pocos minutos.

Levi no hizo ningún ruido para llamar su atención, pero algo hizo que Hanji levantara la vista y lo encontrara de pie bajo el marco de la puerta. Entonces le obsequió la sonrisa más brillante que hubiera visto.

Si ella acudía al baile de Mayfair, ¿sonreiría así a cualquier desconocido?

— ¡Levi, que alegría que hayas llegado! —Lo saludó desde su asiento, pero el detective continuaba un tanto ensimismado en sus pensamientos.— Necesito decirte algo...

Jack el destripadorWhere stories live. Discover now