Capítulo 27.- Lazos

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La siguiente semana fue excepcionalmente tranquila considerando la oleada de homicidios que había enfrentado la ciudad, por no mencionar el incendio que casi se había salido de control en Whitechapel.

Hicieron falta esos días para que las cosas en Scotland Yard se relajaran un poco, pero no era el caso de Levi y Hanji, quienes habían estado trabajando desde casa con los archivos de las víctimas y toda la información que tenían hasta el momento.

Hanji había ideado una manera bastante creativa de organizar sus ideas e hipótesis, construyendo un muro de evidencias en la habitación que supuestamente ella ocupaba en el departamento, aunque pasara todas las noches en la cama de Levi y ya tuviera ahí un par de camisones, medias y algunos de sus libros favoritos.

— Me he mudado dos veces en menos de un mes. —Mencionó Hanji mientras Levi le iba pasando algunas notas que ella luego pegó a la pizarra la pared. Había pedido a un carpintero una pizarra enorme como de salón de clases, con la diferencia de que ésta no mostraba los países de Europa sino las pruebas de ocho casos de homicidio.— Primero de mi casa a la tuya y ahora de mi habitación a la tuya.

— No es una mudanza oficial hasta que traigas todos tus libros. —Replicó Levi, quien luego le pasó las fotografías de Elizabeth Smith, a quien le dieron un lugar especial en una esquina de la pizarra, conectándola con Alessa Porter.

Hanji escribió debajo de Elizabeth varias anotaciones, algunas con interrogantes y otras resaltadas.

« Elizabeth Smith.
Primera víctima del destripador. (?)
Muerte en Abril.
Prostituta. Homicidios con tintes sexuales.
Asaltada por una pandilla. (?) »

Había cuidado tanto no equivocarse con las anotaciones que tardó un momento en comprender lo que el detective intentaba decirle.

— ¿Quieres que traiga el resto de mis cosas acá? —Preguntó, sorprendida.

Levi la miró con cierta ironía y luego volvió la vista a la pizarra.

— Te pedí que te casaras conmigo y dijiste que sí. —Le dijo, pegando la fotografía de Carla Jeager junto a una de Eren. Dibujó una silueta un tanto deforme para Grisha a un lado y colocó un signo de interrogación.— Es normal que quiera que compartamos el mismo espacio.

— Pues sí, pero...

Hanji se sonrojó y su voz se fue apagando. No fue capaz de seguir trabajando en el muro y decidió mejor ir a sentarse a la cama, la cual Mikasa mantenía siempre limpia y planchada a pesar de que fuera obvio que nadie dormía en ella.

No es que Hanji no hubiese pensado en todo aquello que implicaba el matrimonio cuando aceptó casarse con Levi, pero de algún modo se le escapaban los detalles respecto a la intimidad. Desde que se hubiese ido de casa, sólo había compartido su espacio con sus compañeras de residencia en París. Nunca con un hombre.

Debió verse bastante nerviosa, pues Levi se acercó a ella y le quitó los anteojos para limpiarlos, un hábito que estaba adquiriendo siempre que quería tener un gesto dulce con ella.

— No tienes que hacerlo ahora. —Le dijo el detective con calma.— Y el que te mudes conmigo definitivamente no quiere decir que no tengas tu propio espacio en esa mansión de Kensington.

— Es en Tyburnia y no es una mansión. —Replicó Hanji, pero sabía que él sólo se estaba riendo de ella.

— Vayamos poco a poco, entonces. Iremos por un poco más de ropa y algunos cuantos libros y lo que sea que quieras traer. —Continuó Levi, devolviéndole los anteojos y con eso dejándole ver una sonrisa serena. Rara vez se veía de tan buen humor.— Nunca había conocido a una mujer con tanto miedo al compromiso.

Jack el destripadorWhere stories live. Discover now