Capítulo 40.- De vuelta a tus brazos

2.2K 218 335
                                    


La esperanza y el temor son inseparables y no hay temor sin esperanza, ni esperanza sin temor. — François de La Rochefoucauld

.

La mayoría de los hombres acaudalados de Inglaterra hubieran considerado inoportuna la visita no anunciada de un rival peligroso. 

Sin embargo, Zeke sabía que tal visita era inevitable y dadas las circunstancias, no le sorprendía demasiado que aquel fuera el día escogido. 

Así que en contra de la tradicional costumbre de retar al hombre que invadió su propiedad a un duelo, lo invitó a discutir sus asuntos al interior de su despacho, donde nadie los molestaría. 

Erwin Smith aceptó la invitación con una dura y desdeñosa mirada que el médico forense disfrutó. 

— ¿Debería ofrecerte una taza de té? —Zeke le preguntó al policía con una cortesía burlona.— ¿O esta será una visita corta? 

— ¿Sabías que vendría esta mañana? —Cuestionó a su vez Erwin, sin tomar asiento en uno de los mullidos sillones tapizados de cuero que el forense señalaba.

— Sospechaba que vendrías pronto, después de la carta que te hice llegar. —Confirmó Zeke con un asentimiento cordial.— Y con el incidente de la doctora Zöe, supe que no tardarías más de un día o dos en hacer tu dramática aparición. 

Erwin no movió un solo músculo, pero la furia destilaba como fuego en sus ojos azules. El odio más profundo se marcaba en cada línea de su duro rostro, en cada ángulo tenso; aquella expresión sólo hizo que su aspecto general resultara salvaje e instintivo. 

Una imagen que parecía ajena al antiguo Comandante de Scotland Yard. 

— ¿Estuviste involucrado en el secuestro de Hanji? —Preguntó, arrastrando cada palabra con un cuidado quirúrgico. 

Zeke lo miró sin parpadear. 

— No. —Reconoció sin mucho esfuerzo, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.— Aunque sí tenía contemplado atraer su atención durante la tarde, después de la audiencia de Eren. Deseaba presentarme con ella una vez más y hacerle saber que cuenta con todo mi apoyo. 

De no ser por los años de entrenamiento en el control de sus emociones, Erwin se hubiese sobresaltado. 

El forense no parecía preocupado en absoluto con hacerle conocedor de sus intenciones criminales. De hecho, ni siquiera se veía apurado o nervioso. 

— ¿Conoces al muchacho? 

Erwin podía apelar a su escepticismo sobre lo poco que confiaba la seguridad de Hanji en ese monstruo con doctorado, pero hubiera sido redundante. Y aunque Eren Jeager no había parecido importante en un principio, temía que fuera una conexión peligrosa entre Hanji y el doctor Fritz. 

Para su sorpresa, Zeke se mostró reacio a responder a su pregunta. Y de no ser porque estaba exhausto por el viaje desde Londres, hubiera reconocido un brillo peligroso en su mirada al hacer alusión al chico Jeager. 

— No personalmente. Sobre la doctora, imagino que ya la habrás visitado y puesto sobre alerta… —El doctor entornó los ojos, analizando cuidadosamente al policía.— O tal vez no. 

— Soy consciente de mi situación. —Murmuró Erwin con una rabia glaciar. 

El doctor contuvo una sonrisa. 

Jack el destripadorWhere stories live. Discover now