36, la decisión

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El puño de Taeyong viajó rápido a una velocidad llena de rabia contra la mejilla izquierda de Jaehyun, que se quedó parado delante de él para recibirlo, sin apartarse.

Su rostro dolió del golpe, pero estaba acostumbrado a ese tipo de dolor. Después de todo, había pasado por la academia de policía y había tenido altercados antes con civiles. No era la primera vez que estaba en una "pelea".

El dolor le subió de la mejilla a la cabeza, pero ni siquiera se movió un milímetro.

No era tampoco que una marca en la cara de pelea fuera del trabajo le pudiera perjudicar el puesto porque no podían echarle.

Taeyong, que se había quedado ahí de pie con la respiración agitada, esperando un contraataque por su parte para empezar a darse, se vio frenado por Jungwoo, que parecía de los nervios.

— ¡Taeyong! ¡¿Estás loco?!

— ¿Qué? Lo podía haber esquivado, pero prefiere hacerse la víctima para que sientas pena por él.

— Jaehyun no manipula a las personas. La ha cagado conmigo, pero él no es así.

Aquello le hizo dirigir la vista al chico, dándole un poco de esperanza. Jungwoo le miró con compasión, viendo la zona amoratada de su cara, y se acercó a él.

— Deberías irte, nadie te quiere aquí.— Le dijo de manera cortante.

Jungwoo se abrazó a sí mismo de brazos cruzados. Ambos se sentían dañados y miserables en ese momento. A Jaehyun se le partió el corazón, frunciendo el ceño.

Pero Jungwoo no se iba a dejar por los sentimientos y perdonarle tan fácilmente.

Se giró para marcharse de vuelta al apartamento con Taeyong, dándole la espalda, pero antes de irse, Jaehyun le cogió del brazo y lo giró hacia él.

— ¿Podemos hablar?

— Para qué. ¿A caso la empresa quiere decirme algo y te mandan para hacerlo?

— Por favor.

Jungwoo suspiró, Taeyong le estaba esperando para cruzar la calle y no entendía por qué perdía el tiempo en él. Con unas señas, le indicó que fuera subiendo, que él iría después.

A Taeyong no pareció agradarle la idea, así que solo cruzó la calle y se quedó esperando en la entrada del portal del edificio, encendiéndose un cigarrillo. Les dejaba así algo de intimidad para hablar a solas, pero vigilados de lejos.

— ¿Vas a decirme a qué viene esto?— Le recriminó Jungwoo.

— Me dijiste que no hacía falta que fuera perfecto. Así que eso hago.

— Mira, Jaehyun, me mentiste, me controlaste y contaste mis intimidades a la empresa. Lo entiendo, solo haces tu trabajo, me lo has dejado muy claro.

— No te vayas.

Jaehyun le suplicó, casi en un susurro, acercándose a Jungwoo tan cerca que pudiera escuchar su respiración. Eso hacía que el corazón le latiera muy rápido. Los grandes ojos de Jungwoo, mirándole como un ciervecillo perdido por el que debía dar su vida, le hacía caer rendido ante cualquier golpe.

— Yo y la empresa somos cosas diferentes. No les he contado nada sobre Taeyong y tú, ni les he estado informando más de lo normal.

Lo había confesado de golpe, aunque no fuera eso a lo que había ido allí. Quería haber mantenido en secreto sus planes, pero Jungwoo no le dejaba otra opción.

— ¿Por qué?

— Porque... nada. No es nada.

— ¿Pero por qué? Si me decías esas cosas, sabiendo que solo confío en pocas personas, solo podía enfadarme contigo.

— Lo sé.

Jungwoo dio un paso atrás, tratando de enter toda aquella información para hacerse una idea de lo que pasaba por la cabeza de Jaehyun.

<< Nunca traicionaste mi confianza, pero me dijiste todo aquello después de que Taeyong pasara la noche en mi casa>>, pensó encajando algunas piezas.

— ¿Acaso estabas...? Ni de coña.

— No soy de piedra.

Jungwoo no supo si de alguna manera le estaba afirmando justo lo que estaba pensando, o desmintiéndolo, hablando de otra cosa totalmente diferente.

Prefirió no preguntarle.

— Al menos me alegra saber que hayas vuelto a ser el mismo y que yo no fui un idiota al confiar en ti.

— Y yo quiero verte subir al coche delante de mí. No voy a dejar que ese... lo que sea, no dejaré que te–

— ¿Que me qué?

Sus mejillas se pusieron coloradas. Y se llevó una mano a la dolorida, soltando un pequeño quejido para disimular su rubor.

Luego mantuvo la compostura y se repuso, irguiendo su espalda bien recta y manteniendo una postura seria, bajando en brazo, casi intimidante, con sus ojos fijos en Jungwoo.

— Sí, te dará lo que quieras esta noche, pero mañana la espalda.— Le advirtió con preocupación y rabia.—Tu cara estará en todas las portadas de las noticias. Piensa con claridad.

— No... no iba a hacer nada con él. Solo íbamos a dormir.

— De ti lo sé, de él no.

— Taeyong puede parecer agresivo, estúpido y un ser odioso, pero si le conoces, no lo es.

Aquello no convenció a Jaehyun, que de solo oír mencionar el nombre de él salir por su boca, le hervía la sangre, y se cruzó de brazos.

— Si te quedas esta noche, no es porque no puedas regresar a tu casa, te estoy dando esa opción, es porque quieres pasar la noche con él.

Jungwoo comprendió en ese momento que tenía que tomar una decisión. Quedarse en el piso con Taeyong, o regresar a su casa con Jaehyun.

No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu