37, eres libre

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Viéndose acorralado y sin capacidad de decidir por sí mismo qué hacer, sin saber cuál iba a ser la opción correcta y cuál el error, Jungwoo se puso a la defensiva y se cruzó de brazos.

— Quizá sí quiera pasar la noche con él. Estoy harta de recibir órdenes y... y soy una mujer adulta, no es algo malo.

Jaehyun se llevó una mano a la cara para frotarse la frente, agobiado por la situación. Sin pensar ni medir sus palabras como solía hacer, se echó hacia alante con lo primero que pasó por su cabeza con tal de impedir a toda costa que se quedase con él a dormir juntos.

— ¿Sabe él...?

Estuvo a punto de soltarse, pero se calló en el último momento y se maldijo mentalmente, cambiando el tema.

Era inútil prohibirle nada, si quería hacerlo, debía dejarle ir. Había perdido, y estaba cansado de pelear. Era el momento de retirarse.

— No importa. Ese imbécil tiene razón, no soy tu padre, no puedo impedirte que cometas un error. Solo... piensa lo que vas a hacer y lo que estás arriesgando.

Jaehyun le miró a los ojos con convicción, antes de darse la vuelta y salir del callejón, en dirección a la calle donde había aparcado su coche.

El corazón de Jungwoo latía demasiado deprisa, sin dejarle pensar bien. Parado ahí en medio del sucio callejón, le siguió con la esperanza de que se diera la vuelta antes de irse.

— ¡Espera un minuto! Ve yendo al coche.

Jaehyun levantó un ceja, escuchando su voz a sus espaldas, pero no se dio la vuelta. Continuó caminando hasta llegar a su coche y abrir la puerta del piloto, sentado en su asiento de conductor.

Se pasó una mano para echarse el cabello hacia atrás, pensando que iba a perder la cabeza por un momento. Se tranquilizó respirando profundamente y miró por la ventana del copiloto, donde parecía hablar con Taeyong en el portal del edificio.

Él se lo tomó como una derrota, decepcionado. Arrancó el motor con la llave, sin mirar por el espejo retrovisor.

No quería ver a Taeyong cogerle de las manos y darle un beso en la mejilla antes de entrar dentro. Se negaba.

Sin despedirse de ellos, Jaehyun puso las manos sobre el volante de un golpe, apretándolo como si fuera el cuello de su oponente. Y fue a poner el pie en el acelerador, a punto de soltar el embriague.

Jungwoo no tardó en correr hacia el coche y subirse en el asiento del copiloto de golpe, abriendo la puerta de par en par.

Cuando la cerró de otro golpe, Jaehyun soltó un destello de una pequeña sonrisa de victoria en la oscuridad, orgulloso, que se esfumó en un segundo.

— Ponte el cinturón. Te llevo a casa.

Y Jungwoo le obedeció en silencio.

De hecho, no hablaron en todo el camino a su casa, durante en trayecto por la ciudad a oscuras.

Lo cierto era que Jungwoo se sentía muy cómodo en aquel asiento y le encantaba una vuelta en coche de noche, con las luces de tráfico y los brazos de Jaehyung manejando.

— Voy a poner música.— Dijo para hacer el ambiente menos incómodo.

Al hacerlo, en la radio el grupo de música Chase Atlantic comenzó a sonar con una de sus canciones sobre sexo.

Rápidamente, Jungwoo presionó el botón para apagarla de manera nerviosa, su mano tembló al hacerlo, pero de forma veloz la escondió en su regazo.

Sin embargo, Jaehyun ya le había visto de reojo y no pudo ocultárselo.

— Tengo que decirte algo.

No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」Where stories live. Discover now