44, hombre de confianza

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Jaehyun acompañó a Jungwoo a casa en su coche después de pasear durante un rato más cogidos de la mano, sin decir mucha cosa.

Jungwoo le parecía estar feliz, sonreía todo el tiempo, hasta que se subió al copiloto del coche, cuando le dio un golpe de realidad al pensar que por la mañana todo volveria a ser igual y Jaehyun no estaría a su lado.

Llegaron después de unos minutos a su calle y Jaehyun aparcó el coche en un hueco libre de la acera.

Luego bajaron y Jaehyun cerró con la llave el coche para acompañarle caminando hasta la puerta de su casa.

Hacía una noche preciosa, con una luna casi llena y unas estrellas brillantes que Jaehyun notó al alzar la mirada al cielo, pero ahí acababa.

Sin embargo, una figura de un hombre mayor estaba parado frente a la verja.

Jaehyun dio un paso adelante, advirtiendo el peligro, y quiso proteger al chico poniendo un brazo delante de él, pero a Jungwoo se le iluminó la vista y fue corriendo hacia el hombre mayor tan rápido como una bala disparada.

El hombre mayor, de bigote blanquecino, le abrazó en cuanto llegó con una gran sonrisa.

Jaehyun vio que se conocían con cara extraña, pero lo dejó pasar y se puso a un lado para no interrumpir.

— ¡Señor Lee! ¡¿Qué hace aquí?!

— He vuelto antes de Francia para darte una sorpresa. Y te he comprado un regalo.

El señor Lee... el nombre le sonaba en su cabeza de algo, pero no lograba descifrar de qué.

— ¡Te he echado de menos! ¡Mucho!

— Lo sé, hijo. Yo también. ¿Y quién es este muchacho?

Los dos se giraron hasta donde estaba él, que le saludó con una reverencia formal, sin decirle nada.

— ¿Cómo que quién es?— Se rio Jungwoo.— Jaehyun.

— ¿Debo conocerle? Hola, soy el señor Lee, encantado.

El hombre mayor se adelantó a tenderle una mano y Jaehyun se la estrechó.

— Igualmente, señor.

Jungwoo seguía riendose como si estuviese viendo un espectaculo de comedia.

— ¿Es una broma? Qué gracioso está desde que ha vuelto de Francia. ¿Por qué os saludais como si no os conocierais? Espera, voy a abrir la puerta y entramos.

— Jungwoo, un segundo.— Le dijo Jaehyun, algo incómodo.— Debería irme ya.

— No, no. Quiero que hablemos con el señor Lee, por favor. Quédate.

— Jungwoo no lo entiendes, no le conozco.

— Qué dices. ¡Él te recomendó! Ven.

Antes de que pudiera librarse de una charla incómoda, Jungwoo le cogió por el brazo y le llevó directo a la casa, donde les abrió la puerta y les pidió que se sentaran en el sofá del comedor para que se sintieran cómodos.

El señor Lee le ofreció a Jungwoo una bolsa blanca con la bandera de Francia, como un regalo, que él abrió muy contento.

— Toma. Es una botella de vino y unos macaroons.

— Muchas gracias, me encanta. Voy a dejarlo en la cocina.

Cuando el chico se marchó del comedor, Jaehyun carraspeó su garganta, moviéndose en su asiento.

El señor Lee se reclinó hacia adelante con curiosidad y aprobechó para interrogarle mientras Jungwoo no estaba.

— Jaehyun, ¿verdad? ¿De que os conoceis?

— Yo antes era policía. Ahora soy su manager.

— No puede ser eso. Yo recomendé a un hombre de confianza para su cuidado. Me aseguré de todo, ¿ha pasado algo?

Y la pregunta que no quería responder fue formulada. Aunque Jaehyun sabía que tarde o temprano le tendría que explicar la situación. Intentó ser lo más formal y educado posible, ya que no quería tener ningún problema con el hombre al que Jungwoo más respetaba y hablaba de él como de su padre.

— Señor, con todo respeto, su hombre de confianza está actualmente en la cárcel por estafa, si no ha salido ya. Me lo encontré por casualidad y me pidió que le sustituyera. Así acabé conociendo a Jungwoo, nos hicimos buenos amigos.

— No puedo creerlo, pensaba que era un buen hombre.— Se golpeó la frente con fuerza.— Culpa mía. Me alegro de que se haya podido solucionar. ¿Jungwoo lo sabe?

— No es un secreto, pero creo que no.

— Vale, hablaré con él sobre el asunto. Espero que hayas estado a la altura de este trabajo. No cualquiera puede ser el manager de Jungwoo.

— Lo sé.

— Aunque supongo que... ahora que he vuelto... la empresa prescindira de sus servicios. O quizá le asignen a otro artista de la empresa.

Aquello sonó como un mal trago de alcohol para él, pero era la realidad. Tenía que dejarle marchar, ahora estaba a salvo con el señor Lee a su lado y no le necesitaba.

— Sabia que era un contrato temporal desde el principio, pero tengo que decir que no esperaba que acabara tan pronto. De todas formas... — suspiró pesarosamente.— esta era mi ultima noche.

Jungwoo llegó en ese momento con una gran sonrisa en el rostro y se sentó muy al lado de Jaehyun.

— ¡Ya estoy aquí! ¿De qué hablabais?

Su mano pasó al asiento de al lado con discreción, rozando el muslo de Jaehyun, donde descansaba su mano, y se la quiso tomar, pero Jaehyun vio al señor Lee y la apartó.

No quería que le tomara por alguien que se estaba aprovechando de Jungwoo.

— Se me está haciendo tarde.— Se puso de pie con rapidez.— Dejaré que os pongais al día. Señor Lee, un placer.

Y antes de que Jungwoo pudiera protestarle, Jaehyun ya había cogido su abrigo y se había ido.

No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」Where stories live. Discover now