No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」

１３. Tu nuevo manager

Jungwoo salió de la entrevista y se volvió rápidamente a su camerino después de despedirse de todo el equipo diciendo que habían trabajado duro.

Una vez allí, cerró la puerta con el pestillo y se quitó la peluca de un tirón. Después cogió los primeros algodones que pilló en la mesa en la que estaban esparcidos todos los productos y se desmaquilló frente al espejo. También se quitó el vestido y lo dejó colgado en una de las perchas vacías junto a las demás que habían traído sus estilistas.

Entonces vio los papeles del guión que Haechan había escrito para él y los tiró con rabia al suelo, esparciéndose por toda la sala. Aquello no había servido de nada cuando no le habían preguntado ni la mitad de las cosas acordadas.

De pronto alguien llamó a la puerta y Jungwoo se pegó un pequeño susto que provocó que su corazón latiera rápidamente. Cogió la peluca rubia y se la colocó como pudo, antes de contestar a través de la puerta cerrada.

— ¿Sí?

Al otro lado se escuchó una pequeña tos para arreglar su garganta antes de hablar. Él pensó que sería alguien de su equipo para avisarle de que terminara pronto, que le estaban esperando para irse, pero fue todo lo contrario, cuando una voz desconocida de hombre habló.

— Soy Jaehyun, tu nuevo manager.

— Oh.— Jungwoo no esperaba que hubiese llegado tan pronto como acabó la entrevista.— En seguida salgo, ¡un minuto!

— Tranquila. Estaré aquí fuera.

El chico respiró de alivio apoyando su espalda en la puerta. Por fin iba a conocer a su nuevo manager, que tanto suspense había creado. Se preguntó cómo se vería y cuántos años tendría. Si tenía los mismos de experiencia que el señor Lee y era tan amable con él, se llevarían bien al instante. Siempre era importante llevarse bien en un ambiente de trabajo con sus compañeros, pero con el señor Lee era algo especial, ya que lo trataba como a su hijo, y sabía que, si él lo había elegido especialmente, confiaría en que sería una buena persona.

Jungwoo volvió en sí tras un golpe más en la puerta y se apresuró a abrirla girando el pestillo.

— Perdone, señor, ya salgo...— Se disculpó mirando al suelo.

— Ah, es que me he apoyado sin quererlo. Espera, ¿me has llamado...

Extrañamente, su voz le pareció mucho más joven de lo que se había imaginado, así que alzó la vista para ver a su manager de cerca, que estaba a un paso de él.

Jungwoo se quedó de piedra cuando vio al chico de unos veintidós años, alto y vestido con una camisa blanca, que había visto anteriormente, el cual había irrumpido en su entrevista. En seguida se pegó a la puerta, cerrándola detrás de sí, y le sonrió incómodamente, dándose cuenta de lo que acababa de hacer.

— ... señor?

— No. No lo creo.

Jaehyun le miró con el ceño fruncido, realmente extrañado por el comportamiento de la idol, que llevaba el pelo echo un desastre y ropa muy holgada deportiva, como si acabase de correr una maratón. A parte de que le había llamado, en pocas palabras, abuelo así porque sí.

— Pues... yo creo que sí.

— ¿Dónde está Haechan?— Preguntó en un momento de pánico, mirando por todas partes, pero el pasillo parecía vacío.

— Se ha ido ya hacia la empresa en otro coche. Me ha pedido que te lleve yo a tu casa, aunque ese será mi trabajo a partir de ahora, así que...

— Oh, vale.

— ¿Ya estás lista?

— Sí, ya lo tengo todo, podemos irnos.

— Vamos.

Jaehyun tomó el paso por detrás de él. Jungwoo podía ver su sombra esbelta al caminar delante y cómo su manera de andar se ajustaba a la de él, caminando más lento o rápido conforme él lo hacía. Aquello le gustó de su nuevo manager.

Lo que no entendía era por qué el señor Lee había contratado a una persona que creía que él era Jungi y nadie le había contado que su nombre real era Jungwoo y era un chico de veintiún años de edad. No comprendía cómo iba a ser su manager, el cual iba a estar pegado a él las veinticuatro horas del día, sin saber ese pequeño, gran detalle.

Cuando llegaron al coche que les esperaba aparcado en el parking frente a la puerta trasera del estudio, Jungwoo se quedó parado.

Jaehyun subió a la parte del conductor sin pensárselo dos veces, pero en cambio, el chico no sabía si debía sentarse delante o en la parte de detrás.

Al final, para no hacerlo incómodo o raro, se sentó en el asiento trasero y, una vez dentro del coche, se abrochó el cinturón.

Jaehyun lo miró por el espejo retrovisor con una ceja alzada, pero no le dijo nada, y arrancó el motor, poniendo en el navegador gps la dirección de su casa, que Haechan le había dicho antes de marcharse. Comenzó a conducir sin problema en un coche enorme al que no estaba acostumbrado, ya que los coches de patrulla de policía eran bastante normales y pequeños en comparación y casi no tenía espacio para meter sus largas piernas. En cambio con aquél se sentía libre y muy a gusto conduciendo.

Entonces volvió a mirar a Jungwoo, que se estaba observando en la cámara interior de su móvil y se arreglaba la peluca, peinándola como podía sin que se le cayera de la cabeza, para que pareciera creíble.

Jaehyun resopló para sus adentros, poniendo los ojos en blanco y negando con la cabeza al pensar que era una idol superficial que se preocupaba más de cómo se veía que de otra cosa.

— Ya casi hemos llegado,— dijo al fin ante el largo silencio que había durante el trayecto, mirándole por el espejo de reojo— tengo que acompañarte hasta arriba para comprobar que esté todo bien y después me iré.

Jungwoo asintió y se preguntó si debía revelarle su secreto él mismo, pero tampoco sabía si su contrato tenía una cláusula de confidencialidad para que no contase nada a la prensa si acababa renunciando al trabajo.

¿Y si se había subido al coche de un asesino o un fan obsesionado que se hacía pasar por su nuevo manager?