No Longer 「Jungwoo • Taeyong • Jaehyun」

49, fue real

Sin tardar ni un segundo, Jungwoo salió disparado como una bala detrás de Haechan, para que le indicara el camino.

Olvidó recoger sus pertenencias de la sala de ensayo y solo pudo llevarse el móvil de su mano.

Ni siquiera paró a darse una ducha, no tenía tiempo. No le molestaron las gotas de sudor de su nuca o su frente, el olor fuerte de desodorante que lo cubría, su pelo rubio enmarañado...

Sobrevolaron los pasillos y bajaron corriendo por las escaleras hasta un pasillo familiar lleno de estudios diferentes en el que tantas veces había grabado, con todas sus canciones.

Y Terry, su productor, ahora estaba encerrado con un Taeyong borracho que le estaría obligando ha hacer a saber qué cosas.

Cuando llegaron a la puerta blanca, con una pequeña ventanilla de cristal que daba al interior, se asomó. Pero a penas podía ver nada, solo la mata de pelo negro del pobre Terry, sentado en la silla delante del cristal, sin apenas moverse.

En el pasillo estaban aglomerados varios trabajadores, asustados, que comentaban cosas  entre sí.

— Pronto vendrá la policía.

— Si necesitas algo dímelo. Y vosotros, ¡todos fuera! ¡Y dejar de llamar a la policía!, por favor, este es un asunto privado.

Haechan se cruzó de brazos, enfadado, y se los llevó a todos de allí para que dejaran de armar escándalo.

Cuando desaparecieron y el pasillo se quedó en silencio, Jungwoo llamó golpeando a la puerta varias veces, con un tono de voz desesperado haciendo presencia de que estaba allí.

Terry se giró hacia ella, muy asustado, y se encaminó hacia la puerta, para abrirle.

Al hacerlo, Jungwoo la cerró detrás de él y le puso un brazo a Terry en el hombro para comprobar que estaba bien y no había sufrido los efectos secundarios de la borrachera del chico.

Terry estaba temblando, pero le asintió para que supiera que estaba bien.

— He estado toda la noche grabando una y otra vez esa maldita canción.— Le susurró como si estuviera secuestrado.— Sácame de aquí, por favor.

— Puedes salir, yo me encargo.

— ¿Estás seguro?

— Sí, puedes irte.

Terry se fue corriendo sin que tuviera que decírselo una tercera vez. Jungwoo sabía que Haechan se encargaría de lo demás.

Dio una vuelta por la sala, vacía, excepto por una pequeña mochila negra tirada en el suelo. La recogió con cuidado y la dejó sobre la silla donde estaba apoyado Terry. Supuso que sería de él.

Entonces se dio cuenta de que de verdad la mesa de mezclas estaba encendida y grabando una canción que parecía a medias en el ordenador.

De pronto, sentía unas ganas tremendas por sentarse a escucharla. Un deseo le impulsaba a apretar el botón que haría reproducirse a lo que sea que  fuera aquello que estaba dedicado a él. Pero se frenó, ya que pensó que seguramente estaría cargado de odio.

Entonces se giró hacia el cristal de la cabina, donde Taeyong le estaba mirando sin decir nada, con los cascos quitados, colgando de una de sus manos sin cuidado, un cable enredado en su pierna.

Cuando se dirigió hacia la puerta y la abrió, dejando los cascos en el suelo, sus ojos estaban vidriosos y su pelo tan revuelto con el de Jungwoo.

Ambos se quedaron mirándose sin decir nada en un principio, solo así.

Hasta que Taeyong volvió en sí, en un momento de lucidez, y se dirigió firmemente hacia el ordenador, donde borró con decisión todo el proyecto que había grabado.