KINKY ❁્᭄͜͡ draco Malfoy

FIFTEEN

Dime, Rose.

Rose estaba sentada en su dormitorio.

Ella llevaba una gran camiseta blanca con sólo ropa interior puesta. Ella ni siquiera llevaba un sujetador, y su cabello estaba en un moño desordenado mientras tenía un libro en sus manos leyéndolo.

Hasta que su dormitorio fue irrumpido.

Ella casi se estremeció, porque no estaba acostumbrada a  que entraran en su dormitorio, pero cuando vio el cabello rubio platino, Sus nervios se calmaron. Él estaba ahora cerrando la puerta, y caminando hacia ella mientras ella dejaba su libro.

Mientras caminaba hacia ella, se quitó la chaqueta del traje y la tiró en algún lugar de la habitación—¿Ese truco que hiciste en clase hoy? No fue gracioso.

Ella rió—¿Cuál?

Sus ojos se oscurecieron en los suyos, e inmediatamente cerró la boca al ver su resplandor. Una vez que ella estaba a su alcance, él estaba agarrando su garganta en su mano grande, y ella lo miró con ojos inocentes.

—Desnúdate.

Le soltó el cuello con dureza, apretándolo con fuerza antes de soltarlo y ella inmediatamente siguió sus instrucciones. Su coño palpitaba de emoción, y ella agarraba la parte inferior de su camisa para tirarla sobre su cabeza.

Ella la tiró al suelo,dejándola en su ropa interior verde esmeralda, Y Draco apenas podía desnudarse mirándola así.

Pero se las arregló para quitarse la camisa y los pantalones, así que ahora estaba en calzoncillos y caminaba hacia ella. Él agarró su mejilla muy suavemente—Dame permiso para tocarte, Rose. Dame permiso para hacerte mía.

No dudó en decir—sí.

Y tan pronto como ella dijo que estaba cavando en los bolsillos de sus pantalones y cuando oyó metal se aferran juntos que aspiraba en un respiro. Esposas. Él caminaba hacia ella, y agarró sus muñecas suavemente antes de fijar una en su muñeca y la otra en la cabecera. Hizo lo mismo con la otra mano al otro lado de la cabecera y ella agradeció a Merlin que su cama no era grande o  sus brazos se habrían estirado mucho.

Y luego

se rió de ella. Ella le disparó una mirada—utilízare fuerza.

—Rose—Advirtió en un tono mortal.

Ella se cerró la boca y él caminaba hacia el otro lado de la cama, y cuando puso un cuchillo sobre la mesa casi succionó su respiración aún más.

—Voy a preguntártelo de nuevo—su tono era agudo, antes de que se arrastrara entre sus piernas—¿Tengo tu consentimiento para hacerte mía?

Ella sabía lo que quería decir. Él quería hacer algo con el cuchillo- y ella estaba de acuerdo con eso. El nivel de odio que ella tenía por él cuando la conoció por primera vez se había ido, porque fue reemplazado por algo que ella no podía identificar.

Ella simplemente sabía que estaba apegada.

—Sí.

Él estaba deslizando su ropa interior hacia abajo en un instante, y una vez que estaban fuera los arrojó en algún lugar en el suelo y se inclinó para lamer un golpe en su calor palpitante. Ella jadeó y golpeó su cabeza hacia atrás, pero él la agarró del cuello desde abajo y la hizo mirarlo.

—Mírame cuando te toco—Escupió, y extendió más las piernas con la otra mano libre que tenía y ahondó de nuevo en su calor, haciendo que sus caderas hacia adelante.

Su boca le chupó el clítoris ásperamente, y su lengua se deslizaba dentro de ella de vez en cuando. Ella estaba soltando gemidos placenteros que llenaban la habitación, y cuando él llevaba su mano a su centro él recogió su lubricante sobre ellos y luego insertó uno de sus gruesos y largos dedos.