KINKY ❁્᭄͜͡ draco Malfoy

TWENTY THREE

Sí.

Rose estaba acostada encima de Draco.

Ambos estaban acostados en la cama, enredados en las sábanas abrazándose. La cabeza estaba tendida sobre su pecho con su brazo debajo de ella, tirando de ella hacia él aún más porque no quería dejarla ir.

Habían pasado dos días desde que habló con Parkinson, y las palabras que dijo la hicieron sentir todo cálido dentro de su corazón. Ahora estaba segura de que él no haría nada con ella, pero ella ya sabía que él nunca haría eso.

Ella confiaba en él.

Cada vez que lo miraba, es como si todo su mundo se hubiera detenido. Ella nunca entendió por qué Astoria lo engañaría; él es todo lo que una persona podría querer. Porque Rose sabe que nunca lo engañaría, y parece que no tiene que preocuparse de que él la engañe con la forma en que la defendió.

— ¿En qué estás pensando?—Draco le preguntó, inclinando la cabeza para mirarla. No tenían ninguna ropa puesta debido a tener sexo anoche, pero Rose estaba bien con eso.

—Nada—respondió suavemente, sin querer avergonzarse de pensar que nunca le haría daño.

Él se movía en la cama, y la jalaba sobre su cuerpo, su calor corporal la envolvía—Um quieres h- Se detuvo y se entrecerró las cejas, todavía sosteniendo sus caderas dejando que se balanceara sobre su torso.

— ¿Hacer qué?—Ella le preguntó, agitando sus pestañas inocente.

—Cena- ¿Quieres ir a una- Cena —Finalmente se soltó después de un minuto de silencio.

Ella sonrió ampliamente—Como una cita?—Ella molestaba, dibujando formas en su pecho con sus pequeños dedos.

—Sí, Rose,Métete en la ducha, Amor—Murmuró hacia ella, y la sábana se le resbaló cuando se levantó, haciendo que Rose se diera vuelta con su cuerpo desnudo también.

Y ella miró fijamente.

Pero él también.

Ella admiraba su tórax tonificado, su cuerpo musculoso todo el camino hasta su erección matutina. Ella no podía evitar los pensamientos intrusivos que pululaban en su mente. Su nariz abotonada aún respiraba su aroma, y le daba consuelo.

—Deja de mirar , a la ducha, antes de que te coja aquí—Dijo, y esto hizo que Rose se diera la vuelta y entrara al baño.

Ella encendió el agua, y sintió un fuerte par de brazos alrededor de su cintura girándola. Ella miró a Draco, y él agarró la parte inferior de sus muslos, levantándola y entrando en la ducha. El agua golpeó a ambos, pero Draco nunca cerró los ojos una vez porque estaba mirando a Rose.

—¿Quieres que te lave el pelo, amor?—Le susurró suavemente al oído y le dio escalofríos por la columna vertebral.

Ella estaba asintiendo con la cabeza, pero antes de que pudiera salir de sus brazos, apretó el brazo y llevó sus labios al encuentro de los suyos, besándola suavemente. Rose envolvió sus brazos alrededor de su cuello, pero él se apartó y la miró a los ojos—¿Puedo tocarte?—Él susurró de nuevo, y ella inmediatamente asintió con la cabeza.

Se estaba poniendo de rodillas.

Rose sabía lo que estaba a punto de soportar, y decir que no estaba preparada para ello era un eufemismo porque la lengua se conectaba inmediatamente a su coño, haciéndola golpear su cabeza hacia atrás y tirar de su cabello.

Su lengua entró en ella, y le chupó duramente el clítoris varias veces antes de que ella pudiera comprender que él estaba entre sus piernas en la ducha. Las gotas de agua gotearon de su cabello, y lo hizo ver aún más atractivo con su cabeza enterrada entre sus muslos.