KINKY ❁્᭄͜͡ draco Malfoy

THIRTY TWO

Fue por la ira-

Rose sentía que estaba a punto de llorar.

Habían pasado dos semanas desde que sintió que Draco la tocaba y cuando finalmente lo hizo tuvo que irse de nuevo.

Ella no sabía cuánto tiempo había estado sentada aquí, pero realmente esperaba que él sacara a Flynn de esta escuela.

Así que se sentó en su cama, después de cambiarse en unos pantalones de pijama a cuadros, comió algunos caramelos. Ella todavía tenía puesta su camisa y eso hizo que sus ojos quisieran morar en lágrimas pero ella lo contuvo detrás porque ella intentaba no sollozar.

Ella puso otro caramelo  en su boca, y miró alrededor de su cuarto vacío, y ella luchó el impulso de cortarse otra vez.

Las maquinillas de afeitar están ahí.

Yo podría hacerlo.

pero él sanó tus cicatrices, Rose.

¿y si no vuelve a abrazarme?

No deberías pensar así.

No puedo evitarlo.

Ella soltó un gran resoplido. Y ahora estaba de pie, agarrando las navajas y tirándolas en su bote de basura. No necesito hacerlo, ella se decía a sí misma y sus pies la llevaban de vuelta a su cama, y seguía comiendo sus caramelos.

Los caramelos que él le dio.

Cuando la puerta de Rose se abría, ella agarraba las sábanas con miedo. El pensamiento de que no era Draco le dio un susto de muerte, y ella no dudaría en tomar esas maquinillas de afeitar de nuevo y empezar a cortar a Flynn si trata de hacerle daño de nuevo.

Pero entonces ella vio un indicio de deslizamiento de pelo rubio en el dormitorio, su espalda hacia Rose y cuando cerró la puerta suavemente se giró para mirarla a la cara. Y su cara quería encenderse a la vista delante de él.

Rose rodillas en el pecho, la bolsa de caramelos en sus manos y su gran camisa cubriéndola como si estuviera a punto de tragarla entera. Sus rizos yacían sobre su espalda tan elegantemente, y sus pestañas aleteaban hacia él haciendo que su corazón se hinchara. Estaba tan enamorado.

—Creo que deberíamos hablar—Draco murmuró con la voz más suave que jamás le había oído hablar—Se ha ido, por cierto. Le pagué a alguien para que lo llevara a un hospital mental.

—Pero él no es loco —Rose murmuró suavemente, confusión en su tono.

—Ese es el punto —Él respondió, y cuando dio un paso más cerca de ella su corazón sólo creció con desesperación para mantenerla tan cerca de él. Para bloquear todo por lo que había pasado—Rose no lo decía en serio. Fue por enojo-

—Le conté a Louis sobre nosotros—Ella lo cortó y lo miró, colocando la bolsa de caramelos y vio su cara caer ligeramente—Dijo que se retractaría si tú también lo querías. Tienes que entender que Louis fue quien me ayudó a sobrellevarlo después de lo que pasó, Draco. Él fue quien me encontró , no creo que pueda pagarle por eso

Sus ojos estaban lagrimeando y empezaron a arder cuando ella no las dejó caer, pero finalmente las derramó.

—La única diferencia entre él y tú, es que te llevaste el dolor. hiciste que su toque se alejara de mí—Cerró los ojos, un par de lágrimas cayendo sobre su delicada piel que estaba pintada con pecas—No quiero que te alejes.

Draco se estaba acercando a ella, y poco a poco comenzó a recuperar su enfoque—Yo tampoco quiero que te alejes —dijo en voz baja, y ella se abrazaba más—Sé que tengo mal genio. Estoy tratando de no enojarme tanto pero no me gustó verte con alguien más. Lo siento, Amor.

Cómo lo decía por la mañana con su voz áspera que siempre la hacía gustarle más y cómo la hacía sentirse confortada con sólo esa palabra.

—Está bien.

Ella quería decirlo.

Ella quería

Te amo.

Y ella quería que él lo dijera , pero ¿y si no lo hace? Ella sabía que él sería el que le diría esto, porque él siempre la protegió.

— ¿Te vas a casa para las vacaciones de invierno?—Rompió el silencio, y ella meneaba la cabeza.

—No, mis padres no quieren verme—Eso hizo que sus ojos se regaran más y ella estaba tratando tan duro de no llorar delante de él. Tan jodidamente duro, pero no estaba funcionando.

—Sé lo que es —murmuró suavemente, dando un paso adelante más cerca de ella—Ser golpeado por tu padre.

Ella sintió que su corazón había sido arrancado.

¿Había sido realmente golpeado por su padre? Draco no se merecía eso. Y ahora estaba sollozando en sus propios brazos, las lágrimas que salían de sus ojos sin esfuerzo.

—Lo siento—se ahogó suavemente.

—Está bien—Miró fijamente a sus pies.

Ambos querían decirlo.

Querían decir las dos palabras que les impedían sostenerse y no soltarse. No es tan difícil de decir, pero lo fue para los dos. Draco solo tenía tiempo para que su madre lo amara, y Rose nunca le había dicho esa frase a nadie. ¿Cómo podría? Sus padres no la amaban. Ciertamente apenas la cuidaban, y ella se había acostumbrado a no sentir ese tipo de afecto, hasta que Nora August y Louis llegaron.

Y entonces, conoció a Draco.

—Lo siento mucho—Draco murmuró de nuevo, levantando la cabeza para mirar hacia ella—Te juro que no quise decir lo que dije. Tu cuerpo es algo que definitivamente no merezco y no debería haberte dicho que nunca tocaría a alguien como tú porque eso era mentira. No tocaría a nadie más que a ti.

A pesar de que ella lloraba, ella rompió una dulce sonrisa y él estaba dando un paso más cerca de ella, cerrando la brecha entre ellos y levantándola, sus piernas instintivamente envolviendo su torso y sus manos agarrando la parte inferior de sus muslos.

Ambos se fundieron en el tacto de uno con el otro, como si nunca lo dejaran ir.

Y Draco no dudó en nada en conectar sus labios. Rose lo estaba besando, la sensación de que sus labios la enviaban a una órbita y él sentía exactamente lo mismo. Rose estaba finalmente en sus brazos.

Ella se alejaba y lo miraba a los ojos.

—Draco- —Ella iba a decirlo, pero él ya se había adelantado.

—Te amo.

Incluso sus ojos se abrieron ante sus propias palabras, el sentimiento de su corazón derretido dentro de su pecho le hizo querer decirlo de nuevo. Y por un momento él tuvo miedo de que ella no lo dijera, que ella simplemente iba a dejar el asunto en paz.

pero no lo hizo. Ella estaba tomando su cara, sonriendo a través de sus lágrimas.

—Yo también te amo.