No, no voy a volver jamás a ninguna parte.

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Las luces del atardecer bañaba las dachadas de los edificios, los pájaros cantaban y el calor era casi insoportable. El verano había llegado y las temperaturas no dejaban de subir cada semana, era algo agobiante. Ese día hacía dos meses que Amanda se había ido y Lucas pensaba pasarse todo el día en la cama, incluso me había invitado a hacerlo en varias ocasiones. Damien me había ayudado a convencerlo de que saliese a la calle y que se divirtiera conmigo. No dijo exactamente eso, sino que serefirió a mí como "la chica cachonda que no sale de su cabeza". Mis mejillas se acaloraron y Lucas golpeó juguetonamente a su hermano aunque había una amenaza escrita en sus ojos.

-Que calor, joder -dijo Lucas que estaba tirado en la hierba.

-Por más que lo repitas no vas a dejar de sentir calor -suspiré y bebí un poco más de mi botella de agua, la cual le había robado a Lucas mientras él estaba distraído.

-Tienes razón. Sé una forma bastante buena de dejar de tener algo de calor -susurró y se acercó un poco a mí.

Estábamos en el parque de nuestra primera travesura, cuando nos liamos dentro de los arbustos. Cuando me di cuenta de hacia donde me llevaba Lucas no pude evitar sonrojarme.

-Dime -le dije mientras le quitaba la etiqueta a la botella de agua.

-Sin ropa se estaría mucho mejor...

Le miré alterada y esperé que nadie pudiera oírle. Sería algo demasiado embarazoso que alguien escuchara como Lucas intenta ligar conmigo de esa forma.

-No seas tonto, ¿te vas a desnudar en público? -le reproché.

-¿Celosa, patosa? Ya que tu no aprovechas este cuerpo tendré que lucirlo de alguna forma -dijo él con superioridad.

Recordé por qué había censurado por unas semanas el sexo de nuestra relación. Estábamos solos en su cocina mientras preparábamos algo para picar mientras veíamos un estreno que me había llamado la atención desde que lo vi. Lucas estaba de morros porque la película era romántica y él prefería ver algo de aventuras -o porno, algo a lo que me negué rotundamente.

Damien staba acostando a Melissa y nos había dejado muy claro que no quería tener que llamarnos la atención ninguna vez. Lucas rodó los ojos pero sonrió a su hermano mientras éste se marchaba. En cuanto nos dejó solos Lucas se colocó detrás de mí y me abrazó por la espalda.

-Que ganas tengo de llevarte a la cama -susurró mientras sus dedos comenzaban a rozar la piel de debajo de mi ombligo.

-Eres un adicto al sexo. Nunca debía permitir que nos acostáramos juntos -dije divertida y negué con la cabeza.

-Soy adicto a ti, que es una cosa muy diferente -susurró y pellicó mi piel haciendo que yo pegara un brinco.

Dejé que mordiera un poco mi oreja y que sus dedos pellizcaran de nuevo mi piel. Sabía que Damien podría volver e cualquier momento pero me gustaba el Lucas juguetón. Hacía mucho tiempo que no jugábamos de esa manera.

-Para -susurré y me di la vuelta para encararle.

-Tú también lo estás deseando, ¿y si dejamos la película para otro momento? -me dijo de forma seductora.

-No y no, Tus hermanos están en casa.

Sus manos se aferraron a mis caderas y me sentó en la encimera. Me guardé un grito y dejé que se colocara entre mis pieras que sus manos había comenzado a acariciar lentamente. Se me pudo la piel de gallina cuando su boca se posó en mi cuello y comenzó a chupar, morder y a hablar contra él.

-Eres tan hermosa -susurró y lamió mi piel.

-Lucas, tu hermano -le avisé cuando escuché unos pasos.

¿Quererlo? No lo sé.Kde žijí příběhy. Začni objevovat