¿Quererlo? No lo sé.

El fraude.

Sue condujo por un camino que me resultaba familiar. Un edificio se levantó ante nosotros, viejo y oxidado. Parecía que nadie había pasado por allí en años pero yo sabía que eso era mentira.

La fiesta la celebraban en la fabrica abandonada. Entramos en fila india, la iluminación natural era escasa pero era remplazada por los focos de diferentes colores. El rin lo habían desmontado y quedaba una gran pista de baile. Cuando el olor a óxido y a humedad invadieron mi nariz los recuerdos de lo ocurrido allí hace semanas se me vino a la cabeza.

Las botellas volando, la gente gritando, la sangre.

Aquel sitio era distinto. La música retumbaba por todos los lados y el suelo estaba completamente limpio, sin señas de lucha, el DJ estaba en una plataforma con sus CDs y los pinchadiscos. Habían puesto al lado de este unas mesas con bufette libre de bebidas (alcohólica, claro está) y la gente se arremolinaban a su alrededor bailando o hablando.

Busqué a Mony con la mirada, me había dicho que estaría por donde las mesas. La gente bailaba haciendo que no pudiera ver a Mony pero sí a otra persona. Chris estaba con Isabella. Ella se enredaba el pelo en los dedos de forma coqueta mientras hablaba con un serio Chris. Cuando me acerqué un poco más pude ver las oscuras ojeras en el rotro de Chris, parecía cansado.

Me mordí el labio sin saber si hablar con él o no. Temía lo que pudiera surgir de esa conversación. Las piernas me habían flojeado y me debatía entre apartar a la chica de su lado y hablar con él o de ignorarle.

No tuve tiempo de decidirme. Una voz me llamó desde alguna parte de la sala. Miré para todos los lados y no encontré su procedencia pero cuando me di la vuelta un destello verde me asustó.

- Eh, ¿qué pasa?

- Smith, tienes que dejar de asustarme - protesté furiosa.

Vi un destello de diversión en sus ojos pero el resto de su rostro no lo expresó.

- ¿Vas a... volver con él? - su voz era un susurro que me costó percibir. Le miré fijamente pero el tenía la vista lejos de mí, lejos de este edificio.

- ¿Qué? - miré hacia donde se encontraba Chris - No, por ahora no.

- Por ahora - repitió el con voz trémula.

Iba a pedirle una explicación a su respuesta pero un grito de emoción me interrumpió.

- Zoe, te llevo llamando desde hace un rato - dijo Mony y agarró mi brazo con euforia -. Ah, hola Lucas. ¿Te la puedo robar?

Miré hacia él para esperar su respuesta. Este nos tendió una sonrisa falsa (se notaba que no le llegaba a los ojos) y asintió.

- Te lo voy a presentar - dijo Mony entusiasmada cuando ya nos habíamos alejadas de Lucas.

- ¿A Igor?

- Sí - la sonrisa de Mony me decía que le gustaba, y mucho.

Caminamos hasta las mesas del DJ. Detrás de esta había dos chicos hablando animadamente entre ellos. Uno de ellos tenía el pelo castaño levantado con gomina y adornado con mechas rubias. Su nariz era ancha y redonda, y sus ojos pequeños y oscuros. El segundo, que debía de ser el DJ ya que llevaba los cascos rodeados al cuello, era alto y su pelo oscuro era bastante corto. Tenía rasgos un poco afeminados pero sus ojos azules eran varoniles y amenazadores, un conjunto extraño pero bello.

- Igor - le llamó Mony cuando estuvimos a pocos pasos de ellos.

El DJ se volvió y sonrió ampliamente.

- Hola.

- Quería presentarte a una amiga. Esta es Zoe. Zoe, este es Igor.

Los dos nos sonreímos con educación y estrechamos nuestras manos levemente.