No vuelvas a acercarte a él.

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Mi humor era maravilloso. Aunque Lucas no pudo dormir conmigo (Tyler trancó la puerta de su habitación para que no pudiera salir) lo que me había respondido aquella noche me había hecho la chica más feliz del mundo.

Bajé las escaleras de dos en dos y me dirigí a la cocina. En ella estaban los chicos desayunando.

- Hola - dije con una sonrisa.

- Buenos días - respondió Tyler.

Miré a Lucas esperando mi saludo.

- Podrías dar lo buenos días - dije molesta. ¿Había cambiado ya de parecer?

Lucas miró a mi hermano y este rodó los ojos para después levantarse e irse. Lucas me agarró y me acercó a él.

- Necesito intimidad para darte unos buenos días decentes - susurró cada más cerca.

Reí y me besó. Me gustaban ese tipo de buenos días.

- Buenos días - volví a a decir.

- Buenos días - dijo con una sonrisa.

- ¿Acabásteis? - y llegó Tyler y rompió el momento.

Le miré molesta, ¿por qué tenía que interrumpir mis buenos días? Tyler miraba de forma amenazadora a Lucas ya que este tenía sus manos al ninal de mi espalda.

- Vale - susurró Lucas soltándome.

Hice un puchero, caminé hasta el sofá y allí me tumbé.

- Eres un aguafiestas de buenos días - le reproché a mi hermano como una niña pequeña.

- Lo que no me gusta es que este - dijo en tono despectivo y señalando a Lucas - te toqueteé en el salón de casa.

- ¿Y si yo lo dejo qué más da?

- ¿ Y si os llega a ver mamá?

- Pues...

- Buenos días, chicos - dijo mi madre que acababa de entrar en el salón.

- Hola - saludamos los tres al unísono.

- Tengo una noticia que daros - dijo mientras preparaba el café.

- ¿El qué? - pregunté sentándome.

- La policía a descubierto algo y quiere hablar con nosotros - Lucas me miró seguramente preocupado por como podía afectarme.

- ¿Cuándo?  - preguntó Tyler.

- Esta tarde, ¿habíais quedado?

- No - respondimos Tyler y yo a la vez.

- Entonces bien - dijo Alison aliviada. Miró el reloj de pared y añadió sobresaltada -. Correr que llegáis tarde.

Caminábamos hacia la parada. Lucas iba a mi lado y de vez en cuando acariciaba mi mano, un gesto pequeño pero que hacía que mi corazón latiese más rápido. Los chicos hablaban animadamente y yo iba en el medio de ellos, pensaba en lo que podían haber descubierto sobre los secuestradores.

- Zoe - me llamó alguien.

Levanté la mirada y mi hermano iba delante de nosotros hablando por el móvil.

- ¿Ocurre algo? - Lucas me agarró y me detuvo.

- No, nada.

- ¿Por qué me mientes? - dijo con tono divertido.

- ¿Qué es tan gracioso? 

- El simple hecho de que creas que puedes mentirme es algo bastante cómico - se inclinó y atrapó mis labios. Le devolví el beso sin pensarlo.

¿Quererlo? No lo sé.Where stories live. Discover now