No, no iré.

14.1K 660 13
                                    

Había anochecido y Lucas dormía a mi lado. Yo no podía acompañarle ya que no podía no cerrar los ojos. Esperaba ansiosamente la llamada y ni siquiera sabía por qué. ¿Tenía que contárselo a Lucas? ¿Tenía que decirle que sí a Damien?

- Lucas - zarandeé a mi novio.

- Hhmmm - gruñó y se removió en la cama.

- Lucas, tengo que hablar contigo.

Comenzó a murmurar cosas mientras se removía. Agarré sus hombros y me acerqué para intentar entender lo que decía. Primeramente solo soltaba gruñidos y decía alguna palabra suelta hasta que, después de un rato, comenzó a negar. No paraba de repetir que no hiciera algo. No lo comprendía

- Cariño, despierta - le pedí.

- No, Zoe, no le beses - gruñó en sueños.

Fruncí el ceño y le miré fijamente. ¿A quién no quería que besara? Comenzó a llamarme a continuación.

- Lucas, despierta.

- Yo.. te quiero.

No pude evitar sonreír, me encantaba cuando lo decía. Volvió a llamarme y yo le besé. Su respiración se aceleró, me separé y le zarandeé otra vez hasta que se despertó.

- ¿Zoe? - dijo alterado.

- Eh, estoy aquí - susurré y besé su frente.

- Santa mierda.

Pasó su mano por el rostro. Estaba completamente sudado y se veía bastante bien excepto por su expresión de angustia. Su pelo está revuelto y sus ojos cerrados. Instintivamente me incliné y besé sus labios.

- ¿Qué soñaste? - susurré mientras acariciaba su pecho.

- Nada, tranquila - dijo con los ojos cerrados.

- Mientras dormías has dicho que no besara a alguien.

Escuché como suspiró. Sentí como se movió debajo de mí y me alcé para que se acomodara. Se sentó en la cama apoyándose en el cabezal y palmeó sus piernas para que me sentara. Obedecí y apoyé mi mejilla contra su hombro.

- Mira, no quiero que pienses que soy un celoso.

- No, no puedo pensarlo, eres tan permisivo - dije con ironía.

Lucas sonrió pero esa sonrisa no duró mucho.

- ¿Puedo preguntarte una cosa?  - susurró serio.

- Claro.

- ¿Damien y tú... os besasteis en la cena?

- ¿Qué? - dije sorprendida - ¿Cómo puedes pensar eso?

- Es que... Damien me lo dijo...

- ¿Y le crees? Sabes perfectamente que no te puedes fiar de él.

Y tú deberías aplicarte el cuento, me sugirió mi subconsciente.

- No sé - vaciló -. No quiero perderte y tengo miedo, ¿sabes? Y aún más miedo si sé que hay una pequeña posibilidad de que te vayas con él. Ese sería mi final.

Lucas no me miraba. Me mordí el labio y acaricié su mejilla. Yo también tenía miedo, yo tampoco quería perderle y él debía saberlo.

- Yo también tengo miedo, miedo a perderte pero además tengo miedo de lo que estoy empezando a sentir por ti. Tengo miedo porque esto es nuevo para mí y tengo miedo de que esto termine y todo se derrumbe.

De repente recordé lo que pensaba hacer en Londres pero lo aparté de mi cabeza. Él debía saber lo que sentía.

Su dedo comenzó a hacer un camino por mi cuerpo. Empezó detras mi oreja, bajó por mi cuello y llegó a mi clavícula. Allí hizo una pequeña parada y después se deslizó por encima de mi pecho y llegó hasta mi cintura. Eran simples roces, un pequeño camino, pero cuando sus dedos ya habían alcanzado mi pantalón me sentía nerviosa y acalorada.

¿Quererlo? No lo sé.Where stories live. Discover now