MATCH MADE IN HELL 》markhyuck

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Como era de esperarse, su mamá esperaba por Donghyuck en la puerta de la entrada. Él, teniendo experiencia, primero se escondió detrás y luego abrió la puerta. Vio la escoba salir de su apartamento y rápidamente cerró la puerta de nuevo.

—¡No entraré si me saludas así! —Donghyuck gritó, empujando la puerta con toda su fuerza, sus nudillos tornándose blancos.

—¡Bien! Puedes dormir afuera.

Donghyuck pensó que ella se opondría y lo dejaría entrar, así que su respuesta realmente lo sorprendió. ¿No le importaba siquiera un poco? ¿Quién quiere que su hijo duerma afuera?

—Gracias —él dijo con sarcasmo. Estaba tan enojado que no pensó antes de hablar y dejar las palabras salir de su boca tan fácil como su mamá podía manejar la escoba. —¿Por qué vine aquí, cuando puedo simplemente dormir en su casa? Soy tan estúpido-

Donghyuck no terminó la oración porque su mamá abrió la puerta tan rápido como un rayo y su mamá lo jaló adentro. Ella tomó la capucha, tiró de ella a su lado y casi asfixia a Donghyuck. Ella era mucho más fuerte que antes y sus feromonas le avisaban a Donghyuck que estaba iracunda. Donghyuck repentinamente se sintió como un cachorro. Ni siquiera se atrevió a decir algo, todas las palabras dejar su cerebro y volaron a través de sus orejas.

La puerta se cerró de un golpe y Donghyuck se encontró a sí mismo siendo arrastrado a la cocina. Ni siquiera pudo quitarse los zapatos, así que se los quitó pateándolos mientras ella lo jalaba a su territorio. Vio a su papá en el sofá y lo observó buscando ayuda pero el hombre lo miró y después regresó a la televisión de nuevo mientras comía nieve. Un gran trabajo en equipo.

Mamá lo empujó a la silla y puso la escoba en su garganta como si fuera un objeto puntiagudo, representando un cuchillo, tal vez. Donghyuck tragó en seco pero no rompió el contacto visual.

—Habla —ella dijo con una voz baja.

—Tengo hambre.

—¡Sobre él, idiota!

—¿Quién?

Ella tomó una respiración profunda y Donghyuck sabía que el monólogo se aproximaba. Estaba listo para escucharla gritar si no respondía sus preguntas.

—¿Crees que soy estúpida? ¿Crees que no vi cuando los dos corrieron a la valla? ¿Qué hicieron detrás de ella, eh? —ella puso sus manos en sus caderas y observó a Donghyuck hasta que el otro corrió la mirada. —¡Puedes decir lo que quieras pero no te creeré que solo estaban hablando!

Un poco irónico porque realmente no hicieron nada más que hablar.

—No había mucho tiempo para hacer un bebé detrás de la valla, ¿por qué estás tan alterada?

—¡Así que, no estás negando que estabas con alguien!

—¡Tú misma lo viste!

—¿Qué tan lejos llegaron?

—Se la chupé, le di el mejor oral de mundo. ¿Eso es lo que querías escuchar o no? —Donghyuck se cruzó de brazos, tentando a la suerte.

—¡Deja de burlarte! Ni siquiera sé si puedo creerte o no.

—¿Crees que soy reamente estúpido? ¿Todavía soy un niño a tus ojos?

Su madre abrió la boca para decir algo, pero pronto algo más captó su atención. Ella vio el peluche rosa que Dongyuck abrazaba a su pecho y la sudadera negra con un desconocido aroma almizcle. El peluche se veía inocente desde su perspectiva, aunque ella lo miró de manera sospechosa. La sudadera era en donde su mamá tenía puesta toda su atención. Ella agrandó los ojos y tomó el material suave, jalándolo en su dirección.