MATCH MADE IN HELL 》markhyuck

13

Donghyuck inmediatamente abrió los ojos al sentir la brisa fría y el aroma familiar que consistía en un olor picante y al mismo tiempo dulce. Sus ojos se encontraron con los de Mark que le veían desde arriba.

Donghyuck entró en pánico y se sentó rápidamente, golpeado a Mark con su cabeza. Ambos gruñeron pero fue Donghyuck quien se levantó.

—¿Qué estás haciendo aquí? —gritó listo para pelear con el alfa que estaba calmadamente sentado en la banca cubriendo su frente roja.

Donghyuck escaneó su cuerpo y se sorprendió al ver que traía puesta la sudadera de su mochila. Si recordaba correctamente, no la tenía puesta antes.

—¿Descansando en la banca? —Mark respondió levantando una ceja.

—No, ¡Debe haber algo más! ¿Por qué estaba acostado en tus piernas?

—Tranquilízate —Mark rio levemente. —Pensé que acostarse en el banco sería bastante incómodo.

—¿Y por qué decidí dormir en el parque? —Donghyuck gritó pero pronto se tornó de color rojo al recordar lo que había sucedido antes.

Puso sus manos en sus mejillas y sacudió su cabeza, queriendo golpearse contra la estúpida banca donde Mark estaba sentado, solo para olvidar lo que había hecho. Miro a Mark y se sonrojó incluso más al ver al otro con una estúpida sonrisa en su cara.

—¡Olvida lo que pasó! ¡Borra eso de tu memoria! —Donghyuck gritó cerrando los ojos. Quería desaparecer del suelo que pisaba.

—No será fácil.

—¡Detente! ¡No digas nada!

—¡De acuerdo, de acuerdo! Cálmate, se quedará entre nosotros —Mark levantó las manos como si estuviera entregándose.

Donghyuck cerró su boca mirando fijamente a Mark con su mirada infame. Pero pronto la suavizó y dejó salir un gran suspiro. No podía estar enojado por demasiado tiempo ya que Mark era a quien debía agradecer. Si no fuera por el otro chico, Donghyuck no habría estado durmiendo ahí en primer lugar. Sintiéndose avergonzado miro al suelo mientras jugaba con sus dedos de manera nerviosa Donghyuck puso un puchero.

—Gracias por salvarme —dijo bajo aliento pero Mark aún pudo escucharlo. No se quejaba de un mal oído. Mark tenía bastante desarrollados sus sentidos así que podía escuchar las cosas que pasaban alrededor de él.

—No hay necesidad de agradecerme. Cualquiera haría lo mismo —Mark dijo pero rápidamente añadió: —Bueno, no cualquiera pero aquellos que-

—Entiendo. Eres uno de muchos que intervino en vez de huir o unírseles —Donghyuck dijo con una amargura sensible en su voz al referirse a una noche en específico. —Gracias por eso.

—No los defenderé o algo, pero es difícil para los alfas resistirse cuando los omegas secretan feromonas...

—No lo hice, lo juro. Estaba en supresores. Los alfas me atacaron cuando estaba siendo completamente cauteloso de la situación —Donghyuck afirmó. Ahora que lo pensaba, era incluso peor que lo hicieran ignorando el hecho de que el omega ni siquiera estaba en celo. —Aunque los supresores se debilitaron cuando apareciste.

—Probablemente eran débiles para ti. Deberías encontrar unos mejores que duren más tiempo si no quieres que algo así vuelva a suceder —Mark explicó en un tono serio.

Sin embargo, había algo que Donghyuck no lograba terminar de comprender. Rondaba por su cabeza incluso cuando su mente estaba en blanco, pidiéndole de manera desvergonzada cosas a Mark. No comprendía por qué el contrario no lo hizo.