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La Sra. Lee sabía que algo pasaba con Donghyuck. Cuando regresó de la biblioteca, ni siquiera se apareció en la sala de estar para gritarle a sus hermanos menores que ocupaban el sofá y la televisión. Tampoco apareció cuando ella cocinó la cena, aunque siempre era el primero en aparecer.

Mientras tanto, Donghyuck estaba en el baño, tomando una ducha larga. Trató de quitar y raspar el aroma del desconocido que parecía estar pegado a su piel. Era aún más difícil limpiar su parte baja donde Donghyuck sentía algo seco y pegajoso, algo en lo que no quería pensar. Su cuerpo entero aún estaba caliente y reaccionaba cada vez que inhalaba el aroma.

Donghyuck no estaba asustado de haber sido atacado para nada, aunque si lo encontraba intimidante. Estaba enojado con su mamá por haberlo hecho parecer débil ante esos alfas. Si no fuera por esa maldita irrompible escoba, los hubiera molido a golpes, incluso a aquella persona que lo salvó y luego se aprovechó de él. Ni siquiera pensó en reportarlo o decirle a sus padres. Encontraba la situación demasiado vergonzosa al haber sido atacado por alfas en celo cuando él también era alfa.

Cuando finalmente salió del baño ya eran las 11 p.m. Sus hermanos menores estaban ya acostados, al igual que su mamá, quien se levanta temprano por las mañanas. Donghyuck amaba esas horas en las que nadie lo molestaba y podía ver lo que quisiera en la televisión. Pero esa noche estaba demasiado cansado como para hacerlo. Estaba seguro de que caería dormido en cuanto algo bueno apareciera en la televisión.

Fue a su habitación compartida con su hermana gemela. Ella estaba dormida, lo cual Donghyuck nunca pudo entender. ¿Cómo podía un alfa cansarse de esa manera si ella no hacía nada en todo el día? Supuso que ella aún se encontraba creciendo y era por eso que dormía tanto en esos días. Hablando de crecer, Donghyun era una muchacha demasiado alta. Donghyuck parecía un enano alrededor de ella. Donghyuck lo odiaba tanto que cuando salía con su familia a algún lado, o se rehusaba a salir con ellos o se iba detrás de ellos, dejando un gran espacio entre su hermana y él, así no se vería la diferencia.

Donghyuck se trepó a su cama y dejó salir un suspiro largo. Estaba seguro de que al día siguiente los encontraría y les daría una lección. Era bueno recordando rostros. Esos tipos no iban a escapar tan fácilmente. Aunque ese chico era afortunado que Donghyuck no hubiera visto la suya. Él sería quien recibiría la mayor golpiza, pero una cosa era segura, los cuatro deben de estar locos. Nadie podía hacer esas cosas a los alfas cuando había omegas.

Sin embargo, no fue demasiado fácil para Donghyuck sobrevivir la noche, ¿Así que por qué molestarse en hablar de mañana? Tenía problemas para dormir dado que estaba caliente y frío al mismo tiempo. No había ni un lugar cómodo en su cama; un lado estaba frío, otro demasiado caliente y en medio estaba simplemente incómodo. Al día siguiente, que debería de haber sido un sueño ya que era el último día de vacaciones de verano, se tornó en una pesadilla. Era muy temprano en la mañana cuando Donghyuck se sintió desfallecer.

—Donghyun. —asustó a su hermana mientras se arrastró sobre ella, sintiendo la calidez de su cuerpo. —Me estoy muriendooo. Por favor, prepara mi ataúd por mí. No dejes que mamá lo haga, ella va a encontrar el más barato.

—¿Qué diablos está mal contigo? —preguntó con la voz adormilada. No estaba sorprendida de que su hermano estuviera tan pegajoso debido a que siempre había amado el afecto físico, pero en esta ocasión estaba más allá de sus límites.

—¿No lo ves? Me estoy muriendo.

—No, nomas estás haciendo el ridículo.

Estaba a punto de patearlo de la cama cuando vio a su hermano gemelo temblar. Donghyun rápidamente se levantó y tomó las manos de Donghyuck. Sus manos estaban tan frías que la hicieron jadear cuando se encontraron con sus manos calientes.

MATCH MADE IN HELL 》markhyuckWhere stories live. Discover now