¡Que difícil es ser hermano mayor!

Jang Dongju, mi cuñada. 2.43

Cuando estamos en una relación, lo más común es sentir un poco de curiosidad acerca de la familia de tu pareja, muchas veces, tu pareja puede tener alguna razón por la cual no te presente a su familia.

Ese es el caso de Jiang Cheng.

Aunque él jamás imaginó conocer a su cuñada de esa forma.

Jang Dongju es la hermana mayor de Jang Dong Chul, ella estaba en el departamento del mismo, como visita.

Ahí notó algo distinto en su pareja, tenía miedo.

Y no un miedo de broma, miedo genuino.

Lo cual le extrañaba un poco, pues parecía que su novio no le temía a casi nada.

. . .

Habían terminado de ver "La teoría del todo", una de las películas favoritas de ambos, por parte de Jiang Cheng, la parte dónde Hawking explica sus cálculos para justificar su teoría es una escena maravillosa, por parte de Dong Chul, que el universo haya sido creado,  gracias a una gran explosión, además del impacto astronómico que tiene, es hermoso.

Ambos estaban sentados en el sofá, abrazados, comentando como un par de genios acerca de la teoría que se planteó en la película.

Como cuando vieron "Madam Curie", teniendo una conversación casi eterna sobre la radioactividad, su contexto matemático y físico, para ser precisos.

Bueno, ambos estaban conversando de manera natural, una cosa llegó a la otra y terminaron practicando la teoría cromosómica de Boveri y Sutton, aunque ellos no pueden crear un cigoto.

Ustedes entienden.

Primero fueron interrumpidos por la repentina llamada de Jiang YanLi. Jiang Cheng le pidió a su novio que contestara, porque claramente él no podía, pero después le pasó el teléfono.

—Jie, no creo que sea el momento...adecuado para conversar—explicó.

Después de que colgó siguieron con lo suyo, o eso hasta que el timbre de la puerta sonó—¿no deberías ir a ver?—le preguntó a su novio entre besos—seguramente no es nada—explicó.

- - ¡Jang Dong Chul!, ¡Si no abres esa puerta date por muerto!

Jiang Cheng no entendía mucho del idioma coreano, sólo se sabía unas cuantas palabras, pero supuso que lo que escuchó fue una amenaza, pues jamás observó, -más bien, sintió-, al coreano temblar del miedo.

—¡Voy, Noona!—incluso la voz le temblaba.

Cubrió a Jiang Cheng con la cobija que habían usado para taparse y se dirigió a la sala, él sólo podía reír, era muy tierno ver al coreano asustado.

. . .

Y ahora estaba aquí, intentando conocer a su cuñada, ya que su manejo del coreano es muy básico, jamás le había interesado aprenderlo, sólo acompañó a su hermano a un par de lecciones, pero se aburrió y dejó de ir.

Ahora se arrepentía.

—Es muy bonito, Dong Chul ah, mejor que Jangmi ssi—sonrió—Noona, ¿podrías no mencionar ese nombre aquí?—pidió Dong Chul.

—En mi defensa, siempre supe que ella no era para ti—mencionó—me alegra que finalmente encontraras a alguien a quien puedes confiarle tus sentimientos—el coreano sonrió.

—Bueno, basta de charlas, quiero conocerte—se dirigió a Jiang Cheng, hablando en inglés, gracias a los cielos, si sabía hablarlo, él sólo asintió ante el entusiasmo de la coreana.