Gatos de agradecimiento por parte del pavo real.

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¡Mil gracias a Okami-Tsukiyomi por la ayuda!

Agradecer internamente a sus cuñados se volvió costumbre, y aún más cuando se quedaba solo con su novia. No le desagradaba para nada aquello, pero su linda novia no para de intentar sobre pasarse con él.

No es que no lo quisiera, pero él prefería esperar a que estuviesen casados, así como en los tiempos de antaño, además de que estaba inseguro acerca de hacerlo con su novia.

¿Podría satisfacerla? Y si no lo hacía ¿YanLi lo dejaría por alguien que si le haga sentir bien?

Aunque no cree a su novia capaz de dejarlo por alguien más, ese miedo persiste en él, así que lo más preferible para Jin ZiXuan es casarse con Jiang YanLi para que así, si es pésimo en el ámbito sexual, no pueda dejarlo.

. . .

Sabía que en algún momento ese agradecimiento interno ya no iba a bastar para él.

Así que les compró un par de gatos siameses a sus cuñaditos, más que nada por el miedo de uno de ellos hacia los perros.

Era un gato para cada uno, y para su buena suerte, ambos gatos también eran hermanos. Así agradecería las veces en las que ambos niños interrumpían sus momentos a solas con YanLi, evitando que esta, se sobrepasara con él.

. . .

En cuanto llegó a la casa de los Jiang, fue recibido amablemente por su suegro, quien iba de salida. Su suegra al verlo le permitió la entrada al hogar, diciéndole que YanLi no tardaría, que la chica había ido por sus hermanos.

Su suegra también se retiró dejándolo solo, al parecer ambos tenían un día muy ocupado.

Esperó unos momentos hasta que escuchó a su novia llegar junto a ambos niños.

Saludó a su futura esposa con un beso, y luego saludó a sus cuñados que se le habían quedado viendo raro.

—A Xuan, que bueno que estás aquí, ¿podrías cuidarlos en lo que hago unas llamadas?—ZiXuan asintió.

YanLi se retiró a la cocina para hacer sus llamadas.

Llamaría a Wen Qing, ella seguramente le daría un buen consejo para aventurarse nuevamente a dar el siguiente paso con Jin ZiXuan.

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—Aquí entre nosotros, les traje algo—dejó la canasta en el suelo ganándose las miradas curiosas de ambos pequeños—Están dentro de esta canasta—señaló la canasta que había dejado en el suelo mientras se arrodillaba para quedar a la altura de los pequeños.

Wei Ying y Jiang Cheng abrieron la canasta, cada quien por un lado, de ella sobresalieron dos cabezas pequeñas de dos gatos siameses, ambos eran unos bebés, uno de ellos tenía un collar rojo y el otro un collar morado.

—¿gatos?—le preguntó Jiang Cheng cargando al de collar morado—Si, pensaba en perros, pero recordé que a Wei Ying le daban miedo—les sonrió—¡Hiciste bien en recordarlo pavo real!—lo felicitó Wei Ying.

—Son bonitos—añadió Jiang Cheng acariciando al gato que llevaba en brazos.

No le gustaban mucho los felinos, pero por su hermano y la seguridad de este, podría aprender a amarlos, sólo un poco.

Después de todo, tanto Wei Ying como él, se prometieron cuidarse mutuamente.

. . .

Jiang YanLi había fallado en su intento, así que sólo le quedaba usar el diálogo.

Y por diálogo se refería a hablarlo con ZiXuan, no a darle en la cabeza con un bate que diga "Diálogo", no, eso lo guardaría para su maestra de Enología y Bebidas.

Había notado que tanto Wei Ying como Jiang Cheng habían estado tranquilos todo el día, sólo hasta que ZiXuan se fue, evitando hablar, pudo notar la presencia felina en su hogar.

Supuso que su novio se los dio a sus hermanos, pues cuando llegó a casa, él se había levantado, levantando consigo una canasta.

Sonrió ante la dulzura del obsequio.

. . .

Cuando Jiang FengMian preguntó por los gatitos, sus hijos no dudaron en decirle a su padre que el pavo real de su cuñado se los había dado.

—¿Y sus gatos tienen nombre?—les preguntó a ambos sonriendo.

—¡El mío se llama SanDu!—exclamó Jiang Cheng mostrándole orgulloso a su papá su elección de nombre, quien sólo le aplaudió.

—¿Y el tuyo A Xian?—le preguntó a su hijo adoptivo, quien seguía pensando—lo que sea—respondió vagamente.

—Es un ser vivo A Xian, como tú y como A Cheng, debes ponerle un nombre—a Wei Ying pareció prendérsele un pequeño foco en la cabeza.

—¡Se llamará SuiBian!—su padre y hermano se miraron mutuamente y lo miraron a él—¿Seguro A Xian?—Wei Ying asintió.

Jiang Cheng sólo podía pensar que su hermano se quejaba de que él no era bueno poniendo nombres, pero Wei Ying parecía decirle "quítate, el Rey de los malos nombres está aquí "

Rió ante el pensamiento.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Where stories live. Discover now