"Feliz Cumpleaños, Lan Xichen".3.50

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Jin Su realizó el tan esperado viaje desde Milán hasta Shanghai, sólo para celebrar el cumpleaños de su amigo, aprovechando también las vacaciones que se estaba tomando de su arduo trabajo como diseñadora de joyas.

No sólo ella viajó para desearle un feliz cumpleaños.

Lan QiRen y su esposo, Wen RuoHan también viajaron para desearle un feliz cumpleaños a su sobrino, y como el parásito personal de su hermano, Lan Liang iba de mal tercio.

Por su esposo no se preocupen, él se quedó a vigilar al pequeño Dylan.

Ese niño era un torbellino andante.

. . .

Lan Xichen suspiró aliviado por tercera vez en la mañana, disfrutando su taza de café y un pedazo de pan, finalmente, sólo por un día, podía salir de su nueva rutina.

JingYi estaba dibujando en la mesa de la cocina, una gran casa.

Y Jiang Zhen estaba haciendo una limpieza sumamente extrema y rápida en todo el departamento, no podía dejar que su madre pensara que solamente holgazaneaba en casa de su primo.

Bueno, no es que no lo hiciera, pero quería demostrarle que se podía acomedir y que en Corea, mantendría su apartamento de soltera limpio.

Lan Xichen observó a su prima—¿segura que no necesitas ayuda?—ella sólo soltó un—mn—no había duda, era parecida a WangJi en ciertos aspectos.

. . .

—¿Qué pastel puedo llevarle a mi hermano?—Luis se le quedó viendo—pues, tú sabes qué le gusta, tu dime—Lan WangJi suspiró—le gustan las cosas amargas, pero no muy amargas, le gusta lo dulce, pero no tan dulce, odia el albaricoque, también odia las nueces en el pastel, el glaseado no muy espeso, tampoco líquido, si es crema de mantequilla, prefiere que el pastel esté frío, pero no tanto y—Luis lo calló pateando suavemente el yeso.

—¡Eso dolió!—exclamó.

—Para escoger un pastel, Lanchas, no se necesitan tantas especificaciones, no mames—mencionó—así es mi hermano—Luis se le queda viendo—mira wey, sólo toma el pastel más bonito de vainilla y ya—WangJi iba a decir algo, pero se calló al ver que su amigo tomó impulso con intención de golpear el yeso de nuevo.

—Eso pensé—.

. . .

Jin Su tocó la puerta, esperaba que al menos su hermano le abriera, esperó y esperó.

—¡Jin ZiXuan, abre la puta puerta!—golpeó—al diablo, de todos modos sé dónde guarda la llave—observó la maceta y sacó la copia de la llave.

Abrió la puerta y encontró a su hermano arrastrándose, adolorido.

—Vaya, así que finalmente te rompió en dos, literalmente—se burló—no, pise un soldadito de juguete de A Ling, me caí y me da miedo levantarme, siento que me rompí algo—mencionó.

—Vaya, ¿Y Li Jie?—ZiXuan suspiró—salió con A Ling, al supermercado—Jin Su rió—¿quieres que te ayude a levantarte?—se agachó.

—Por favor—.

. . .

—¿Por qué lo dejaste conducir?—pregunta Lan Liang desde el asiento trasero—de los tres, RuoHan es el que más o menos, recuerda dónde queda el departamento de Xichen—defiende Lan QiRen.

—Lan Shun, Lan Shun, ¿cuando aprenderás a no confiarle un volante a tu esposo?—el Wen rodó los ojos—déjenme conducir—Lan QiRen y Lan Liang lo observaron.

—¿Qué te dije de meterte entre mis peleas con mi hermana?—Wen RuoHan detiene el auto de golpe—si se van a pelear, háganlo afuera—ambos lo fulminan con la mirada—"¿Qué se cree este?"—Lan Liang le hace señas a su hermano, quién suspira—"¿Es mi esposo o mi jefe?"—responde con señas.

¡Que difícil es ser hermano mayor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora