--Jiang YanLi cuida de sus dos hermanos pequeños, dos niños de apenas seis años, Wei WuXian, su hermanito adoptivo y Jiang Cheng, su hermanito biológico.
--Lan Xichen, prácticamente se quedó a cargo de su pequeño hermano, Lan WangJi, mientras que su...
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Lo que deseamos no siempre puede ser concedido, ¿cuántas veces hemos tenido que renunciar a lo que más queremos para poder sobrevivir en este mundo?, ¿alguna vez hemos hecho lo que queremos sin preocuparnos por lo que podría pasar a nuestro alrededor?, ¿quién no ha sentido temor o culpa al seguir sus propios deseos?, ¿realmente estamos viviendo o estamos desperdiciando nuestra vida haciendo lo que los demás quieren?
Respira profundo, cierra los ojos y avanza.
Hay muchas formas de avanzar.
. . .
Renunciar.
–Dejé aquí cada uno de los expedientes de mis pacientes–los dejó en el escritorio.
–¿Se va?–todos en la junta estaban asombrados por la inesperada decisión de la doctora Wen–restauraré la clínica de mi familia en el distrito de Yiling, además, no me necesitan aquí–sonrió dejando su identificación y su bata con el logo del hospital
La doctora Lang asintió, con su expresión de sorpresa–entonces, le deseo suerte doctora Wen–Wen Qing agradeció y salió del cuarto de reuniones, salió del hospital y subió al auto–doctor Ai–su ahora esposo le sonrió–doctora Wen–le besó la mejilla.
Conocer.
–Chef Wen, algunos platos esperan su aprobación–Wen Ning se quitó los guantes y se encaminó a la oficina, desde que se graduó, obtuvo un empleo en el restaurante de quien lo instruyó en la magia de la cocina, Jiang YanLi, así que ahora era el chef ejecutivo del nuevo restaurante de la mayor en el distrito de Lanling, en Shanghai.
–Omitamos las bebidas de alta complejidad, varios de los baristas son nuevos y tienen poca experiencia, así que mientras aprenden, lo mejor es dejarlos servir las bebidas básicas–el sous chef asintió, pasando las órdenes a los baristas.
Este trabajo le daría su última enseñanza, el manejo de un restaurante, pues pronto abriría el propio.
Proteger.
–Una pareja joven, un hombre y una mujer, ambos adolescentes, hay señales de apuñalamiento–indicó MingJue–en especial en el varón–señaló–alguien lo quería realmente muerto–el Nie asintió.
–Probablemente su intención inicial era matarlo a él, ella se interpuso en su camino–suspiró–tendremos que llevar los cuerpos al laboratorio–el detective asintió–tu esposo llamó a la comisaría–MingJue se le quedó viendo–no te preocupes, le prometí que te pondrías chaleco antibalas para las persecuciones–le aseguró guardando su pequeño cuaderno.
–Gracias–
–No hay de qué, me amenazó, así que si no lo usas me matará–le pasó el chaleco.
–Claro–asintió tomando el chaleco.
Criar.
YanLi arrulló a su pequeño pavito con delicadeza y lo dejó en la cuna con sumo cuidado–no hagamos ruido para que pueda dormir, ¿bien?–le susurró a su marido, quién le sonreía.
