CAP 30

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Una semana después.

Salgo de la casa para ir hasta el establo. Cómo vengo haciendo desde que estoy en casa de mi tía. Cada mañana voy a ver los caballos, los peino y mimo con mucho cariño.

Hay un caballo que se llama pegasus, es muy lindo, pero también muy gruñón. Me recuerda a Matthew, en lo gruñón pero a la vez lindo.

Con él no he podido hablar, cada día me llama. Me deja mensajes, pero trato de ignorarlo lo más que puedo. Ayer decidí comprar un teléfono nuevo, con otro número. He apagado mi antiguo celular y ahora uso el nuevo, dónde solo tengo agregados a Ellis, Tiara, Marcos y Nick. Obvio después de haberles advertido que tenían prohibido darle este nuevo número a otra persona.

Todos me pedían explicación, pero solo pude decirles que este era el supuesto cambio que quería. Aunque obviamente no lo es. Aquel día en la noche, llamé a mi abuela, una hora después ella me fue a buscar para irnos.

Solo le envié un mensaje a Matthew, el cual decía cuánto lo sentía. No le dije más, no tenía el valor para hacerlo.

Supe por Tiara que Zack rompió con Cassandra y que se fue de la ciudad, se cambió de universidad y la eliminó de todas sus redes. Bien drástico el chico yo creyendo que él era el malo de la relación. Ella sin embargo no se fue, empezó una relación con Charlie. Este último se había metido en problemas, todos se alejaron de él, incluyendo a Kentin y Becca, quienes siempre estaban a su lado.

Ambos se merecían.

Becca debe estar muy dolida.

Me dolió bastante su traición, más aún porque venía de Cassandra. Nunca pensé que ella llegaría hacer algo así, pero bien decía el dicho que nunca terminabamos de conocer a las personas.

Me siento junto a cielo, una hermosa yegua. Su color negro brillante, tiene un hermoso pelaje. Le doy un beso y la acaricio, ella es mi mejor compañía.

Mi prima a intentando acercarse a mí, pero como nunca fuimos cercanas, me es imposible confiar en ella.

Ya ni confío en nadie.

Mi celular suena en mi bolsillo, es un número desconocido. Decido no contestar, pero insisten.

- ¿Aló?

- No cierres por favor.

Es matthew.

- ¿Para que llamas? ¿Quién te a dado mi número?

- Fue Tiara, pero no te enojes con ella. Prácticamente tuve que suplicarle para que me pase tu número -suspira- ¿Por qué no me dijiste que te fuiste? ¿Por qué hacerlo de esta manera? Pensé que estábamos entendiendonos mejor.

- Es lo mejor para todos, no soy para ti, tú no eres para mí -susurró- Es mejor mantener una relación de padres, solo eso.

- No quiero eso, te quiero aquí conmigo -se desespera, cierro los ojos- Te extraño, nena. Tú.. eres lo único que tengo.

- Tienes a Cassandra, pensé que ya habían arreglado las cosas.

- Justo ahora no hablo con ella, a decidido alejarme de ella. Nunca le faltará nada, pero estoy bastante decepcionado -suspira- pero esto no se trata de mi hija o de mí, se trata de nosotros. ¿No me amas?

Me quedo en silencio, lo escucho murmurar algo. Pero no logro escuchar de que se trata.

- Si, creo que lo hago -confieso, lo escucho sorberse la nariz. ¿Estaba llorando?- solo se que al tenerte cerca mi corazón se acelera. Pones mi mundo de cabezas, Matthew. Pero lo nuestro está prohibido, al parecer el destino está ensañado en no dejarnos ser felices.

- Me niego a dejarte ir, nena. Yo te amo, no importa si no me amas, yo tengo amor para ambos.

- No me hagas esto -mi voz se entrecorta- no podemos seguir... Si está del destino que luego estemos juntos, así será... Lo siento.

Cuelgo

Empiezo a llorar, escucho a alguien acercarse pero no puedo parar. Riley aparece delante de mí, la rubia se arrodilla delante de mí y sin decir nada se acerca para abrazarme.

- Shh, todo estará bien -murmura. Trato de alejarme, pero ella me detiene- Se que antes no nos llevábamos muy mal, pero las personas cambiamos, Jessie. Me preocupo por ti, no te pido que confíes en mí si no lo deseas. Pero cuando quieras llorar, aquí siempre estará mi hombro.

Me permito llorar sobre su hombro, ella guarda silencio, mientras acaricia mi espalda y me brinda palabras de aliento.
Cuando siento que me he calmado me alejo.

- ¿Por qué eres tan buena conmigo ahora? -ella me acerca un pañuelo, lo acepto y seco mis lágrimas. Y mocos, se lo acerco y ella hace una mueca de asco.

- No gracias, quédatelo -se ríe- Porque al igual que tú, la abuela me comprometió sin darme oportunidad de elegir nada más.

- ¿Que?

- Así como lo escuchas -suspira- Escuché a mamá hablar con la abuela. No podía creer que esa vieja siguiera haciendo eso, como si fuéramos un juguete. Estoy casada con él primo de... Bueno, tú "pareja". Al principio nos hicimos la vida imposible ambos, pero terminamos enamorándonos. Le reclamé a mamá por permitir esto otra vez, pero su miedo por la abuela le impide decir algo. No te mereces esto si quieres a otra persona.

- La vida es así -murmuro- ¿Y como sabes que quiero a alguien más?

- Atando cabos -se encoge de hombros- Cuando venía te escuché hablar, tenía pensado irme y darte privacidad, pero al escucharte llorar. No podía dejarte así.

- Gracias -murmuro- Creo que es hora de volver.

- Mierda, olvidé porque realmente venía -se pone de pie, ayudándome a mí- Ow, tú pancita se está notando.

- Apenas y se nota algo, no es la gran cosa. He entrado en el segundo mes -le digo. Ruedo los ojos- Otra vez te distraes y me distraes a mí. ¿A qué viniste?

- Cierto -se ríe- Está noche regresan Román y Dominik.

Román es su esposo.

Hago un puchero. - ¿Es decir que regresas a tu casa?

- Me tendrás en la casa de al lado, soy tu vecina tonta. Además, ya no aguanto las estúpidas reglas de mamá, si me dejas darte un consejo, yo que tú me iba de inmediato a casa de Dominik -camina a mi lado, mientras hace ademanes con su mano- ¿Además eso es lo que te preocupa? El chico con quién ahora estás, regresa está noche. Hay una cena.

- La verdad no se que me preocupa más. Si el que te vayas y estar sola con tía, el que ese hombre regresa está noche o la bendita cena a la que debo ir si o si.

- Yo que tú, primero me preocuparía por Dominik -hace una mueca, la miro asustada- no me mal entiendas, es un buen tipo. Pero tiene miles de mujeres a sus pies y no es como que a él le desagrade tenerlas en su cama.

- En pocas palabras en un mujeriego - Ella asiente- y no es un mal tipo eh -digo sarcástica.

- Mírale el lado bueno, si te hace algo podrás dejarlo rápido.




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Ya que lo pidieron bastante, aquí tienen otro capítulo.

Besitos ❤️

PROHIBIDO; Eres el mejor amigo de papá. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora