CAP 31

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Jacqueline, mi tía, me arregla el vestido después de tocar el timbre. Alejo sus manos de mí, desde que salimos de su casa, no a dejado de mirarme y querer arreglar hasta el mínimo detalle de mi vestido.

Me quería obligar a ponerme un vestido de señora, pero me negué. Me e puesto un vestido rosa pastel, con un pequeño escote en los senos y la espalda descubierta. Me queda tres dedos arriba de las rodillas.

- Deja que te arregle -susurra- si te hubieras puesto el vestido que te dije, no tendríamos estos problemas.

- No me iba a vestir como señora porque tú querías -ruedo los ojos.

La puerta se abre cortando nuestra, no linda, conversación. Una sirvienta es la que abre y nos hace pasar.

- Bienvenidas a la mansión Marshall. La esperan en la sala.

- Gracias -mi tía sonríe y se encamina a la sala, con mi prima y yo siguiéndola.

- Algo que no te conté -me susurra- Los Marshall son dueños de una de las compañías navieras más reconocida a nivel mundial. Dominik Marshall es su primer hijo, luego le sigue Danae. Solo ellos dos. Y quién estará a cargo de todo una vez el señor se retire, será tu futuro prometido.

- ¿Espera que...? -susurro sorprendida-.

¿También a dicho futuro prometido?

Dentro de todo esto, hay algo que no me cuadra. Comenzando por lo de arreglarle una relación a su hijo.

¿Son de los que se basan en el estatus social?

No me cabe duda.

Mi tía saluda con respeto a quienes por lo que veo, son los padres Marshall. Luego le sigue Riley, quién luego se acerca a un guapo hombre. Alto, rubio y con unos ojos color verde hipnotizantes.

- Ven cariño, acércate -mi tía toma mi mano y me acerca. Junto a ellos están una linda chica de ojos azules, cuerpo de modelo. Podría decir que lo es en realidad- Jessica te presento a Lucrecia y Aaron Marshall. Ella es su hermosa hija, Danae.

Sigamos con las cosas que no me cuadran ¿Cómo por qué ellos aceptarían que su hijo se hiciera novio de una chica embarazada de otro?

- Un placer conocerlos, señor y señora Marshall.

- Es placer es todo nuestro, tú abuela a hablado maravillas de ti -Lucrecia se acerca a mi para darme un abrazo, la familiaridad con la que me tratan y hablan de mi familia, me confunde- Eres muy hermosa.

- Coincido con mi esposa -dice está vez Aaron. Sonrío tímida.

- Muchas gracias -miro a la chica, parece ser mucho menor que yo. Diría que tiene unos diecisiete años- Hola, un gusto conocerte.

- Lo mismo digo -pero no parece en realidad contenta de conocerme.

- Pasemos a la mesa, Dominik a salido hacer algunas cosas y temo que no llegará a tiempo -Lucrecia hace una pequeña mueca.

- Más bien seguro se fue con otra, tú no te preocupes -Danae finge una sonrisa.

- ¡Danae! -su padre murmura mirándola seriamente.

- Jessie, ven -mi prima toma mi mano y me acerca al rubio- Te presento a Román, es mi esposo. Román, ella es mi prima, Jessica.

- Es un placer conocerte - extiende su mano, la cual tomo.

- Igualmente, Román -le sonrío, suelto su mano- Ustedes se ven muy felices, me dan envidia. De la buena, claro -nos reímos.

- Ya, vamos a la mesa - Lucrecia nos obliga a caminar.

La cena transcurre bien, Lucrecia y Aaron se dedican a hacerme preguntas sobre mi vida. Las contesto todas, por qué la verdad no tengo nada que esconder. Les sorprende saber todo lo que sé, se interesan aún más por mi vida.

Lucrecia, que es una amante del arte y la música, se interesa aún más por mí. Compartimos gustos, me hace sentir cómoda.

- Me haz dejado impresionada -Lucrecia sonríe. Mi tía me mira orgullosa- Eres una chica tan preparada, aún cuando no haz terminado la universidad. Supongo que en algún momento vas a continuar.

- Si, tengo pensado hacerlo -asiento.

- Tú padre y yo nos conocemos -me dice Aaron- estudiamos juntos en la universidad. Aunque perdimos contacto, puedo decir que es un hombre muy admirable.

- ¿Y por qué perdieron contacto? -pregunto curiosa. Hago mi plato a un lado, empiezo a sentir un poco de náuseas.

- Jessica -mi tía me regaña, la miro queriendo decir ¿Yo que hice?.

- No pasa nada, mi esposa sabe todo hace bastante años -Aaron se ríe levemente- nos enamoramos de la misma mujer, tú madre -abro los ojos grande al escucharlo- tuvimos muchas peleas, yo quería estar con ella, pero tú madre ya estaba enamorada de tu padre. Nuestra enemistad nos alejó bastante y eso que antes éramos buenos amigos. Pero hasta ahora, seguimos sin mantener contacto. Luego llegó está hermosa mujer a mi vida -mira con amor a lucrecia, quién sonríe.

- Lo siento, señor Marshall.

- Llámame Aaron, digamos que ya eres parte de esta familia -sonríe.

- Sobre eso... -trato de abordar el tema, pero Danae me interrumpe.

- ¡No puedo seguir con esto!

- Danae -su primo la mira seriamente.

- No -lo señala- no pueden seguir arreglando relaciones como si viviéramos en la era medieval o algo así. Primero lo hicieron contigo, ahora con Dominik. Es un mujeriego, no cambiará. Menos por una mujer que en su vientre lleva el hijo de otro. ¿¡Se volvieron locos!?

- ¡Danae Marshall, siéntate! -su padre habla claro y alto, callandola. Ella se sienta cruzándose de brazos.

- Disculpe, señor... Aaron. Está vez le daré la razón a su hija, mi abuela no estaba pensando bien las cosas al arreglar.. algo como esto. Menos entiendo porque ustedes aceptaron esto, sabiendo que estoy embarazada.

- Para mi esposa y para mí, no es un problema -habla más calmado- Eres la mujer perfecta para nuestro hijo.

- Nunca te interesará su dinero, porque eso ya lo tienes. No queremos una caza fortunas a su lado y de eso está bastante rodeado -habla esta vez Lucrecia.

La puerta se abre dándole paso a un hombre que de solo verlo me roba el aliento. Va vestido con una camiseta negra y sobre esta una chaqueta de cuero negro, y unos pantalones jeans, junto a unas botas negras. Se saca la chaqueta dejándola sobre una silla dejándome ver cómo los tatuajes adornan su piel. Ambos brazos llenos de tatuajes, incluyendo sus manos y dedos. Los tatuajes se pierden debajo de su camiseta.

- Veo que mis padres están hablando de mi, que novedad -sonríe de lado, se acerca a sus padres y besa la mejilla de ambos. Con cariño. Nuestras miradas se conectan, se acerca a su chaqueta, mete la mano dentro de un bolsillo y de esta saca una cajita. La abre una vez se detiene a mi lado, se agacha para estar medio a mi altura- y supongo tú eres a quién debo darle esto -lo pone delante de mis ojos.

Miro del anillo de compromiso a sus ojos.

PROHIBIDO; Eres el mejor amigo de papá. ✓Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora