Jessica tenía claro que él estaba prohibido. Que nunca podría mirarlo con otros ojos, por muchas razones. Era mucho mayor que ella, es el mejor amigo de su padre y el padre de su mejor amiga.
¿Complicado no?
Pero el destino tenía otros planes para e...
Por dos simples razones, Matthew se niega a compartir el evento con Dominik. Y mi padre se niega a compartir con Matthew.
Traté de hablar con ambos, pero se negaban a ceder. Mi estrés se volvió tan pesado que terminé en el hospital, quedándome allí por tres días. Estás cosas no son para mí, ya bastante tengo con la dichosa boda.
Dominik trata de hacer todo lo que tenga que ver con la boda y trata de animarme. Estos días me he sentido tan triste y sola, decepcionada de mi, de mi vida. Mientras más se acerca la boda, me siento peor. Y no es por Dominik, pues el a sido un gran amigo. A estado ahí para apoyarme en todo y evitar que me hunda en la tristeza.
Cada noche se acuesta a mi lado y me canta una canción infantil, me dice que debo aprendermela para que se la cante a Zian. Matthew y yo estuvimos buscando nombres, no nos decidiamos. Hasta que un día buscando nombres en mi celular, ví ese. A ambos nos gustó.
Por otro lado, en cuanto mi bebé siente las manos de Dominik en mi panza, empieza a moverse. Es como si ya lo conociera.
- Despierta dormilona -me mueven.
- ¿Que quieres? -gruño- déjame en paz.
- Llevas todo el día durmiendo, pareces que haz olvidado que está noche tenemos la cena con tus padres -se sienta a mi lado- no podemos cancelar otra vez.
- No quiero ir -me tapo la cabeza con la almohada.
- Vamos, solo cenamos, hablas con ellos y volvemos -me doy vuelta, encontrándome con sus ojos grises- Venga, princesa.
¿Por qué no me enamoré de él?, Por más hijo de puta que parezca, es todo un tierno. A cumplido la promesa y no a estado con otra, pero yo no puedo verlo como algo más que un amigo.
- ¿Cuánto nos falta para irnos?
- Dos horas, pero conociéndote vas a durar hora y media preparándote.
- Puede ser -me río- Tengo hambre.
- Te preparé pasta, he notado que últimamente es lo que más pides -deja un beso en mi frente. Me ayuda a sentarme, toma una bandeja que descansaba en la mesa de noche y la deja sobre mis piernas. Acomoda en una almohada entre mi espalda y el cabecero de la cama- Come. Por cierto, me a llamado Riley para informarme que ya todo está listo para la boda.
- ¿Todo? -tomo un tenedor.
- Todo -me dice- mis padres le facilitaron más dinero del que se habló, para que todo esté listo a tiempo.
- Vaya -murmuro con la boca llena, en vez de parecerle asqueroso a Dominik. Le causa risa.
- Come tranquila -se recuesta en la cama, apoyando su peso en su brazo.
- ¿Por qué me miras así? -limpio mis labios con una servilleta.
- Te ves graciosa -lo miro mal- Te vez bonita, eso quiero decir. El embarazo te a puesto más hermosa.
Me sonrojo, aún no me acostumbro a sus cumplidos.
- Ya, déjame comer -nos sonreímos.
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