𝙧𝙚𝙢𝙪𝙨 𝙡𝙪𝙥𝙞𝙣

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Aún encerrada en la habitación de su novio, seguía pensando sobre la charla que habían tenido hacía varios meses y que, durante la noche anterior, volvió a salir a flote logrando que Meissa no durmiera para nada y pasara todo el día perdida en sus pensamientos más horribles.

Se reprendía mentalmente por lo estúpida que podía llegar a ser en ocasiones y que si seguía con esas ideas, tal vez, llegaría a perder a la única persona que amaba con toda su alma. Pero el miedo era más fuerte.

Meissa sabía que Remus no había llegado a acostarse aún porque debía de estar muy ocupado terminando de hacer unos papeles para su padre y que, probablemente, también ocupaba ese momento lejos de ella para pensar en qué hacer con su vida y si valía la pena seguir perdiendo el tiempo con su novia, o eso creía Meissa que Remus pensaba, realmente nunca lo sabría.

Volvió a removerse bajo las sábanas, se sentía nerviosa e inquieta, como si tuviera que poner en orden ciertas cosas antes de cerrar los ojos e irse a dormir, pero todo lo que tenía que acomodar estaba en su mente y eso no era tan fácil de hacer, no al menos para ella, porque Lily le hubiera dicho: "Sólo es decir que sí o que no, Mei, no es tan complicado" pero oh, vaya que sí lo era.

Escuchó los pasos de Remus en la habitación de al lado y suspiró molesta. Hasta esos estúpidos ruidos extrañaría demasiado si llegaba a separarse de su novio. Algo tan estúpido y molesto como sus pasos por la crujiente madera. Estaba mal, tenía que tomar un decisión rápido y en esa misma noche.

Se sentó en la cama y apoyó su cabeza sobre el respaldo. Observó aquella foto donde Remus posaba alegre junto a sus padres y toda la conversación que ella había tenido con su suegra días antes volvió a su cabeza con gran claridad.

—El sueño de Remus desde niño era casarse y formar una familia. Al fin encontró a alguien con quien hacerlo.

Meissa sabía que Hope no lo decía para apurarla, simplemente le recordó que aquel era el objetivo de Remus en su vida y que si no lo conseguía con ella, buscaría a otra para hacerlo. Meissa sintió eso como una amenaza, por lo que se obligó a poner las cosas en orden ahora mismo.

Pasó sus manos por la cara, frustrada. Sentía como su corazón latía con tanta fuerza que se le saldría del pecho en cualquier momento. No le podía estar pasando esto a ella. No cuando desde que era una adolescente de catorce años se había prometido jamás comprometerse y tener hijos, y ahora todo parecía cambiar.

Estaba asustada, tenía que aceptarlo. No entendía por qué la idea del matrimonio le producía tantas nauseas. El sólo imaginarse con un anillo en su mano izquierda le producía escalofríos y ansiedad. Eso significaba que estaría atada a una persona por el resto de su vida. Poco le importaba que esa persona se tratase de el amor de su vida, simplemente lo veía como algo catastrófico.

¿Y los hijos? Estaban todos muy mal de la cabeza. Ni con una botella entera de hidromiel Meissa podría llegar a proponerse formar una familia con niños, era una locura total. Pasar nueve meses de su vida gestando a una persona para después cuidarla por el resto de su vida le parecía una aberración. Estaba claro que Meissa quería ser una persona libre y los deseos de su novio iban en contra de sus principios.

Volvió a escuchar los pasos de Remus y sus miedos se intensificaron. No quería perderlo y no quería que otra mujer tuviera lo que ella más amaba. A veces, en las relaciones, uno debía dar el brazo a torcer y se convenció de que debía de ser ella. Imaginó el rostro de Remus lleno de felicidad cuando ella aceptara casarse con él que de pronto todo parecía tener un poco más de sentido.

Llenó sus pulmones de aire y se levantó de la cama. Un escalofrío recorrió sus piernas. Aquella camiseta de Remus que llegaba hasta sus muslos era su pijama favorito y, aunque creía que no era la mejor vestimenta para aceptar una propuesta de matrimonio, no se sentía con ánimos de cambiarse. Tal vez podría llegar a arrepentirse antes de atravesar la puerta.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora