☠️Voldemort ha caído

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Pero la batalla todavía no había terminado: Harry pasó como un relámpago entre combatientes y prisioneros y entró en el Gran Comedor.

Encontró a Voldemort en medio de la refriega, atacando a todo el que se le pusiera a tiro. Como no podía apuntarle bien desde donde se hallaba, fue abriéndose paso hacia él bajo la capa invisible. El Gran Comedor estaba cada vez más abarrotado, pues todos los que todavía podían andar se dirigían hacia allí como una riada.

Voldemort, en cuyo rostro se reflejaba un odio inhumano, peleaba contra McGonagall, Slughorn y Kingsley, que lo esquivaban y se zafaban de él, defendiéndose con denuedo, pero incapaces de reducirlo...

Bellatrix luchaba a unos cincuenta metros de Voldemort, e, igual que su amo, lidiaba con tres oponentes a la vez: Hermione, Ginny y Emily. Las chicas peleaban a fondo, dando lo mejor de sí, pero Bellatrix igualaba sus fuerzas. Harry vio cómo una maldición asesina pasaba rozando a Ginny, que se salvó de la muerte por los pelos... El muchacho decidió atacar a Bellatrix en lugar de a Voldemort, pero sólo había dado unos pasos en esa dirección cuando lo apartaron de un empujón.

—¡¡Mi hija no, mala bruja!!

La señora Weasley se quitó la capa para tener libres los brazos y corrió hacia Bellatrix. La mortífaga se dio la vuelta y soltó una carcajada al ver quién la amenazaba.

—¡¡Apártense de aquí!! —les gritó la señora Weasley a las tres chicas y, haciendo un molinete con la varita, se dispuso a luchar contra Bellatrix.

Aterrado y eufórico, Harry vio cómo Molly Weasley agitaba incansablemente la varita y la sonrisa burlona de Bellatrix se convertía en una mueca de rabia. De las dos varitas salían chorros de luz, y alrededor de las brujas el suelo se recalentó y empezó a resquebrajarse. Ambas mujeres peleaban a muerte.

—¡Quietos! —ordenó la señora Weasley al ver que algunos estudiantes iban hacia ella con intención de ayudarla—. ¡Apártense! ¡Apártense! ¡Es mía!

Había cientos de personas bordeando las paredes, observando los dos combates: el de Voldemort y sus tres oponentes, y el de Bellatrix y Molly. Harry se quedó allí plantado, invisible, incapaz de decidir entre uno y otro; quería atacar, pero también proteger, y temía herir a algún inocente.

—¿Qué va a ser de tus hijos cuando te haya matado? —se burló Bellatrix, tan frenética como su amo, dando saltos para esquivar las maldiciones de Molly—. ¿Qué les va a pasar cuando su mami vaya a reunirse con Freddie?

—¡Nunca... volverás... a tocar... a nuestros hijos! —chilló la señora Weasley.

Bellatrix soltó una carcajada, una risa de euforia muy parecida a la que había emitido su primo Sirius al caer hacia atrás a través del velo, y Harry, antes de que ocurriera, supo lo que iba a suceder: la maldición de Molly pasó por debajo del brazo extendido de Bellatrix y le dio de lleno en el pecho, justo encima del corazón.

La sonrisa de regodeo de Bellatrix se quedó estática y dio la impresión de que los ojos se le salían de las órbitas. Por un instante, la bruja fue consciente de lo que había pasado, pero entonces se derrumbó y la multitud se puso a bramar. Voldemort soltó un horrible chillido.

Harry sintió como si se diera la vuelta a cámara lenta y vio a McGonagall, Kingsley y Slughorn salir despedidos hacia atrás, retorciéndose en el aire, al mismo tiempo que la rabia de Voldemort, ante la caída de su último y mejor lugarteniente, estallaba con la fuerza de una bomba. El Señor Tenebroso alzó la varita y apuntó a Molly Weasley.

—¡Protego! —bramó Harry, y el encantamiento escudo se expandió en medio del comedor.

Voldemort miró alrededor en busca del responsable y el muchacho se quitó por fin la capa invisible.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora