𝙧𝙤𝙣 𝙬𝙚𝙖𝙨𝙡𝙚𝙮

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(editado)

Ron miraba desde la esquina del pasillo como Aria Campbell arreglaba su túnica que lucía su insignia de prefecta.

—¿Qué sucede? —preguntó Harry al acercarse a su amigo. 

Este negó rápidamente.

—Nada.

Harry divisó a la muchacha que se hallaba del otro lado y sonrió.

—Deberías ir a hablarle. Esta noche hacen guardia en el mismo horario y no podrán quedarse callados toda la hora.

—Sí que podremos —dijo Ron apresuradamente al ver como Aria se acercaba hacia ellos.

—Hola, Potter.

—Campbell —dijo Harry en forma de saludo.

Ron miraba su insignia sin levantar la mirada a los ojos mieles de su compañera.

—Hola, Weasley.

—Hola, Aria —saludó rápidamente.

Aria era bellísima, pero había un pequeño problema. Para los Weasley que seas de Slytherin era un gran inconveniente y Aria llevaba con orgullo el logo de la serpiente en el lado de su corazón.

—¿Estás preparado para la guardia? —preguntó Aria amablemente. Ron asintió—. Perfecto, vamos.

Harry le sonrió pícaramente cuando Aria no los veía, logrando que Ron se sintiera muy avergonzado.

Ambos se dirigieron hacia el Gran Salón a divisar que ningún estudiante estuviera rondando, pero se encontraron a un niño de primer año sentado en la mesa de Hufflepuff.

Aria miró a Ron extrañada, sin embargo, no dudaron en acercarse al muchacho.

—Hola —saludó la muchacha de tez blanca, tanto como la nieve. El niño de Hufflepuff levantó la mirada roja a causa del llanto—. ¡Eh! ¿Qué te pasó?

Aria se sentó rápidamente a su lado y pasó su mano suavemente por la espalda del castaño brindándole unas caricias reconfortantes. Por un segundo la idea de ser el niño pasó por la mente de Ron, pero rápidamente la sacó.

La Slytherin era la definición perfecta de amor. Con su tez blanca, su cabello negro intenso hasta los hombros y sus ojos mieles hacían que cada chico y chica que la mirase se quedara hipnotizado, pero no era como la mayoría de sus compañeros, ella era completamente diferente.

No tenía esa locura por la sangre ni insultaba a cada persona que se le cruzara, es más, era la única querida de Slytherin por las demás casas. A veces se preguntaban si la habían puesto en la casa correcta, pero su ambición por conseguir todo lo que se proponía dejaba bastante en claro que la serpiente era su mentora.

Ron no tenía ni idea en qué momento el niño había comenzado a reír, pero Aria lo había conseguido.

—Ahora ve a dormir. Y recuerda, no dejes que nunca nadie te diga de qué eres capaz, ¿bien?

El muchacho asintió y abrazó con fuerza a Campbell.

—Eres realmente buena —dijo Ron al ver como el castaño salía corriendo del comedor.

—Hago lo que puedo.

Aria se levantó y volvieron al pasillo, aguardando a que otro estudiante se encontrara desvelado, tal vez restar algunos puntos... hasta que el mejor amigo de Ron apareció.

—Aria, te estás esperando en la sala.

Draco Malfoy apareció con una sonrisa burlona en su rostro. Mirando a Ron con aires de superioridad.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora