⌚Tercera generación || parte 6

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TERCERA PRUEBA...

Draco miró a Emily sin saber qué decir. Scorpius observaba a su padre y a Emily de a ratos. Malfoy no le soltaba las manos a su hijo que ya comenzaban a transpirar. Scorpius tosió logrando que ambos adultos lo miraran.

—Bueno... debo buscar a Albus —dijo soltándose del agarre de su padre.

—¿Tan rápido? —preguntó Draco desesperado.

No quería que su hijo se vaya... no podía quedarse solo con Emily.

Emily no despegaba los ojos de aquel hombre que minutos atrás le había contado a su hijo todo lo que alguna vez sintió por ella. Scorpius le dedicó una pequeña sonrisa a Emily y se alejó de allí.

Cuando ambos escucharon la puerta cerrarse sintieron como los nervios recorrían todo su cuerpo.

—Lo de recién fue... —comenzó hablando Draco, pero no sabía qué decir.

—No sabía que me habías buscado —admitió Emily aún parada frente a la puerta sin necesidad de adentrarse a la habitación y acercarse al hombre que seguía sentado en la silla tan duro como una roca.

—Claro que lo hice.

Emily asintió apenada. Si tan sólo lo hubiera esperado un poco más.

—Cuando huiste de la batalla... sentí que otra vez me habías fallado. Cuando miré a la multitud y no te encontré sentí un fuerte dolor en mi pecho que no podía sacar con nada —explicó Emily entonces acercándose de a poco—. De todo lo que contaste hay una sola cosa en la que no dijiste la verdad. —Draco la observó a esos ojos cafés—. Yo también te busqué.

—¿Qué? —preguntó desconcertado.

—Me costó unos meses, pero fui a tu casa, Draco —dijo mientras sus ojos se cristalizaban—. Fue tu madre la que me hizo pasar.

—¿Estuviste en mi casa? —Emily asintió con un nudo en su garganta—. ¿Cuándo?

—No lo recuerdo, dos meses después de la batalla, creo. Sólo sé que tú no te encontrabas. O eso me dijeron tus padres.

—Ese año no salí de la mansión —dijo recordando—. Te habrán mentido. ¿Qué fuiste a hacer allí?

—¡A buscar explicaciones! —dijo un poco alterada—. Necesitaba saber qué sentías por mí, tal vez habías tenido una buena razón para escaparte y no quedarte conmigo.

—¿Por qué no empezaste a correr por la mansión o a gritar mi nombre? Si te oía te aseguro que me hubiera escapado contigo.

Aquella confesión hizo que el corazón de Emily se acelerara. ¿Por qué nunca había logrado estar con Draco?

—Lo hice, pero tú nunca apareciste. Había dos opciones. Habían hecho un encantamiento amortiguador de sonido o tú realmente no estabas.

Emily llenó sus pulmones de aire.

—¿Por qué no seguiste intentando? ¿Por qué no volviste al otro día o a la semana? —preguntó molesto, casi enfadado—. Yo lo habría hecho si no hubieras estado con el idiota de McLaggen.

—¡Porque tus padres me lo prohibieron!

Un silencio estremeció a Draco. ¿Qué estaba diciéndole aquella pelirroja?

—Me dijeron que nosotros no podíamos estar juntos. ¿Qué habrían pensado de Emily Potter si se enteraban que salía con Draco Malfoy? ¿Qué hubieran dicho los Weasley? Por fin había encontrado una familia... Me llenaron la cabeza, Draco. —Las lágrimas ya resbalaban por sus mejillas—. Yo era la cobarde, no tú.

harry potter || one shots y fragmentosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora