Fetiche

- Capítulo 16 -

- Quiero recordarte que soy gay.- Albert suspira al otro lado de la línea, pero por dentro él es un completo desastre.

¿Cómo una simple conversación puede descuadrarlo de tal forma? Maldita sea. Él solo quiere una puñetera ducha y olvidarse del mundo. Sin embargo, la mujer al otro lado de la línea parece una distinta a la de hace un par de horas atrás.

- Y yo soy hetero. - Ella replica. - Así que no te preocupes, que jamás te pediré que te acuestes conmigo. Sería... Desagradable.- Es la respuesta de Dona.

- ¿Entonces qué quieres? - Es la pregunta lógica que fórmula Albert sin proferir un insulto de por medio.

Dona es quien suspira al otro lado de la línea entonces, pensativa.

- Yo...- Ella empieza despacio.- Por una vez, y solo una vez, quiero hacer daño sin sentirme culpable por ello. Y tu Albert, - dice el nombre de él con plena confianza.- No parece importarte que te lastimen. ¿No es maravilloso? Ganamos los dos.

Ahora es Albert quién se queda en silencio. Aquellas palabras aparentemente dóciles suenan tan cortantes como el filo de un cuchillo.

-No te lo tomes a mal, pero aunque yo fuese hetero tú seguirías sin ser mi tipo.- Responde de forma mordaz. Cómo quién cuenta un chiste. Al otro lado de la línea Dona sonríe. No, sonreír no, más bien se ríe a carcajadas.

- No eres el primero que dice algo así.- Intenta contenerse un poco para seguir hablando.- Perdona, es que me acordé de algo gracioso. Lo siento.

¿Qué lo sientes? ¿Está mujer está bien de la cabeza? Ronda por la mente de Albert, pero silencio es todo lo que él profesa.

- Venga Albert, di que sí.- Insiste.- De todas formas, te esperaré mañana en la panadería donde nos conocimos por primera vez.- Comenta con exactitud.- Y no te preocupes, independiente que me plante calabazas o no, tu secreto estará guardado conmigo.

- ¿Pero qué...?

- Te veo mañana a las 10:30. Buenas noches.- Cuelga sin esperar una respuesta de la parte de Albert.