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CAPÍTULO SESENTA UN DÍA ANTES ━━━━━━━━┓ ＊ ┏━━━━━━━━
—¿Nervioso?
Kenny olía a tabaco.
La nariz de Félix se arrugó un poco cuando captó el distintivo hedor encima de su capitán. Kenny le tiró una mirada de costado sin ningún cigarro a la vista, y fue ahí en donde se dio cuenta de lo que realmente ocurría.
—No soy el único que lo está.
El Ackerman miró a su alrededor, a los scouts dentro del comedor, todos ellos distribuidos en distintas mesas y siendo mucho más ruidosos que normalmente lo eran. Félix había participado en momentos así, en cenas donde se permitían un poco de descontrol antes de una expedición; pero esta era distinta, este momento aquí mismo lo era.
Había algo en ellos, en todos. No eran nervios, tal vez ni siquiera podían contar como ansiedades; era el saber que mañana iban a lograr una hazaña, y que eso era seguro.
Que esta vez la balanza estaba inclinada a su favor.
—Ymir se está divirtiendo al menos.
Kenny señaló en dirección a donde se encontraban los chicos de Levi, todos sentados en la misma mesa y riendo, codeándose entre sí o simplemente hablando. Era el tipo de vista que nunca antes vio; no con ellos por lo menos, y muy seguro no con Ymir.
La chica se veía... En paz, feliz, contenta.
La noche anterior ella y Historia pasaron la noche juntas, aunque lo justo sería decir que todos ellos lo hicieron. Kenny y su madre se habían quedado hablando con Diane hasta tarde mientras él y Tomm les daban un baño a sus caballos, y después de cenar, los cinco llevaron el desastre al lago y los alrededores.
Había pasado tanto tiempo desde que se dejaban ir así, desde que se permitían disfrutar de la vida con tanta sencillez.
Ver a Ymir sonreír se sentía como un logro personal, y un trozo de su corazón se entibió cuando la vio rodearle el cuello a Connie mientras se reían los dos a carcajadas.
—¿Entonces? —preguntó Kenny, dándole un codazo en sus costillas—. ¿Ya decidiste qué harás al final?
Félix frunció el ceño y alejó la mirada de la mesa de Eren para llevarla hasta su capitán.
—¿Uh? ¿De qué hablas?
—No te hagas idiota —resopló el otro, rodando los ojos—. Talisa me contó lo de Eren. Te pidió que te quedarás ¿no? ¿Vas a hacerlo?
El ceño se le arrugó un poquito más.
—No, no lo creo —suspiró—. Quiero decir, tal vez tenga razón y podamos hacer todo juntos, ir contra el mundo y esa mierda, pero... Aún creo que infiltrarse en Marley es la mejor opción.
