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CAPÍTULO CUATRO HOY NO ━━━━━━━━┓ ＊ ┏━━━━━━━━
Había un aire ominoso flotando sobre ellos esa mañana.
El Capitán Levi aún estaba hablando con Erwin al frente de la formación, sus ojos moviéndose de vez en cuando hacía atrás en dónde se encontraba el resto de su escuadrón.
Félix sentía un nudo en la garganta, como un fuerte agarre cerrándose alrededor de su cuello que era imposible de sacarse de encima. De repente, las semanas que habían pasado preparándose para esta expedición comenzaban a disolverse frente a sus ojos, y ese mal presentimiento que tuvo la primera vez que habló con Erwin sobre la expedición volvió tres veces más fuerte.
El azabache tragó saliva y montó su caballo sin quitarle la vista de encima a Levi y a Erwin cuando el rubio le indicó con un ademán que se acercara.
Su caballo trotó ligeramente hacia ellos y se detuvo junto al corcel del Comandante.
—¿Te sientes bien Félix?
—Ah, mismos nervios de siempre, supongo.
Él intentó sonreír, quizás demostrarle al Comandante que se encontraba bien y no había un nudo atascado en su garganta, y que un peso perturbador no se cernía sobre sus hombros y le hacía sentir desganado, y aterrado.
—¿Qué ocurre, Comandante?
Erwin movió su caballo más cerca suyo, y entonces se inclinó ligeramente hacia él, sus ojos fijos en alguna parte tras el hombro del azabache.
—Mantén los ojos abiertos, Félix.
El verdadero propósito de la expedición había estado orbitando al borde de su consciencia porque honestamente hablando, la idea de tener a un traidor entre sus filas era aterradora. Le llenaba con la loca idea de que no podía confiar plenamente en nadie que no fueran los capitanes y a los que había conocido antes de la caída del Muro María, y los reclutas que habían ganado después de ello bien podrían ser parte o alguno de ellos el traidor.
Félix detuvo ese pensamiento con rapidez y se giró hacia Erwin con los ojos ligeramente abiertos.
—¿Te has puesto a pensar que quizás el traidor podría ser parte de los reclutas nuevos? ¿De la generación de Eren?
La mirada de Erwin se afiló y ese brillo tan característico suyo apareció como un relámpago lo hacía. El hombre le examinó el rostro, y Félix se quedó tan quieto como le fue posible.
—¿Cómo llegaste a esa conclusión?
—Por las fechas —murmuró en respuesta, rompiendo el contacto de miradas con Erwin y echando un vistazo a su alrededor, a los integrantes de la Legión moviéndose para asegurarse de tener todo listo para partir en solo momentos—. Si el Titán Colosal puede desaparecer tan rápido, ¿quién nos dice que no pudo haber tenido tiempo para escabullirse al interior durante el caos que se formó? No sabemos desde hace cuánto tiene Eren sus habilidades, pero todo comenzó el día de la caída del Muro, y si el culpable busca algo, podría estar tras un algo totalmente distinto, al mismo tiempo que podría estar tras Eren luego de la revelación de sus habilidades, ¿no sería posible…?
