224. La emperatriz es más dulce que las conservas

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Ke Ruan, que se vio obligado a desbloquear el nuevo gesto, se resfrió al día siguiente.  No podía vigilar de cerca a su hermana.  En cambio, estaba siendo observado cuidadosamente por Si Yuhan y no podía ir a ninguna parte.

Ke Ruan miró fijamente la medicina oscura y frunció el ceño.  Las medicinas antiguas eran realmente amargas, que no eran en absoluto cómodas de beber como las modernas que podían curar a uno sin amargura.

"Toma tu medicina, buen chico."

Ke Ruan no quería ver a Si Yuhan.  Tomó el cuenco de medicina en silencio y se lo bebió todo de un trago.

'Maldita sea, es jodidamente amargo'.

También había bebido muchas medicinas chinas modernas, pero en realidad no las había tomado tan amargas.

La carita blanca de Ke Ruan se arrugó, e incluso había varias pequeñas arrugas en su nariz.

Hubo un destello de preocupación en los ojos de Si Yuhan.  Tomó las conservas y dijo en voz baja: “Vamos, abre la boca.  No será tan amargo después de comer algunas conservas ".

Ke Ruan negó con la cabeza.  "No, gracias."

Ya no era un niño.  No necesitaba que lo persuadieran ni que comiera conservas.

Si Yuhan arqueó las cejas.  "Realmente no quieres comerlas, ¿verdad?"

No sabía si era porque estaba enfermo o no, pero Ke Ruan sintió que no debería haber perdido los estribos.  Especialmente su enfermedad fue causada por esta persona que en realidad estaba bien y todavía se regodeaba con él aquí, estaba aún más enojado.

"Dije que no'."

Su tono fue muy agresivo.

En lugar de estar enojado, Si Yuhan rara vez se llevaba las conservas a la boca.  "Bueno, son dulces, que saben bien".

Ke Ruan le puso los ojos en blanco.

"Son muy dulces.  ¿No quieres probar?"

"No."

En el momento en que dijo eso, la mandíbula de Ke Ruan se levantó y sus labios fueron bloquearon de inmediato.  La temperatura húmeda y caliente fue acompañada por la dulzura, que aclaró por completo la amargura de su boca.

Ke Ruan estaba un poco aturdido, lo que hizo que Si Yuhan se volviera más arrogante.  Cuando la persona en sus brazos ya no podía respirar y se sonrojó, Si Yuhan dejó de besarlo a regañadientes.

Si Yuhan frotó suavemente los labios hinchados de Ke Ruan con el vientre de su dedo índice y dijo con satisfacción: "Creo que las conservas son lo suficientemente dulces.  Pero no esperaba que fueras más dulce.  No es de extrañar que no necesites comer las conservas ".

Ke Ruan se quedó sin habla.  '¡Vete al infierno!'

Sus ojos con resentimiento se posaron en Si Yuhan, quien no podía contenerse y bajó la cabeza para besar la frente de Ke Ruan.  "Sé bueno, no te intimidaré.  Que descanses bien.  Te llevaré a ver a tu hermana cuando te sientas mejor, ¿de acuerdo?"

Ke Ruan lo miró, "¿De verdad?"

Había estado suplicando durante tanto tiempo y no podía hacer que Si Yuhan cediera, sólo podía recibir la noticia de su hermana de otros.

"Sí, ¿cuándo te he mentido?"  ¿Cómo estaría dispuesto a mentirle?

Ke Ruan le puso los ojos en blanco.  Este tipo ya le había mentido más de una vez.

Si Yuhan se rió, "Buen chico, ¿cómo puedes creerle a un hombre en ese momento?"

Ke Ruan, "Yo ... quiero quedarme aquí en silencio".

“Está bien, que descanses bien.  Te daré algo de tiempo para calmarte ", Si Yuhan amablemente lo puso en la cama y lo arropó.

Ke Ruan lo miró como si viera un fantasma.  '¿Qué le pasa a este tipo que sería un presa fácil hoy?'

"¿Tu expresión significa que no quieres que me vaya, querido?  Por supuesto, si realmente no lo quieres, puedo ... "

“No, no,” Ke Ruan rápidamente negó con la cabeza.  "Quiero estar en silencio, realmente quiero".

Si Yuhan le revolvió el pelo y sus ojos tiernos y apegados se posaron en el rostro de Ke Ruan.

Lo miró durante mucho tiempo sin decir nada, y Ke Ruan tampoco se atrevió a hablar.  ¿Quién sabía si se volvería loco y no se iría si decía demasiado?

Parecía que Si Yuhan quería grabar el rostro de Ke Ruan en su mente y huesos.

Si Yuhan ordenó a las doncellas del palacio que cuidaran bien de Ke Ruan y luego abandonó el Palacio Ruanhan.

[B2] Transmigré al cuerpo del villano ahora trataré bien al protagonistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora