[B2] Transmigré al cuerpo del villano ahora trataré bien al protagonista

290. Todos son rebeldes

Esta noticia llegó a la Ciudad Imperial y al principio nadie la creyó.  Después de todo, en su opinión, las artes marciales de Si Yuhan eran tan poderosas, y él atacó voluntariamente el País de la Llama Roja, era imposible para él morir tan fácilmente.

Aunque no lo creyeron, hubo mucha gente preocupada por la noticia de la frontera.

Además de defenderse del enemigo, los soldados habían estado buscando noticias sobre Si Yuhan y Ke Ruan, pero no habían encontrado ninguna noticia útil durante medio mes.

La gente del País de la Llama Roja comenzó a sospechar y la Ciudad Imperial una vez más se volvió turbulenta.  Como dice el refrán, "una familia no puede estar sin un maestro por un día", y esto era especialmente cierto para una dinastía.

Si Yuhan, el gobernante de un país, se había ido.  Incluso varios antiguos funcionarios que fueron organizados por Ke Ruan para manejar los asuntos estatales no pudieron resistir.

Más de la mitad de los funcionarios de la corte acordaron encontrar una persona adecuada para gobernar temporalmente el país.

Por eso, ahora mismo, había enemigos fuera del país y diversas situaciones en el lugar.  Cuando se anunció la propuesta del nuevo rey, varias facciones comenzaron a luchar.

Mientras muchas facciones luchaban entre sí, algunos funcionarios propusieron dejar que Si Chenye, el hermano de Si Yuhan, gobernara el país.  Ahora parecía que Si Chenye era el único calificado para hacerse cargo del trono de Si Yuhan por el momento.

Cada vez más funcionarios y personas estuvieron de acuerdo con esta propuesta y pronto se convocó a Si Chenye desde la frontera.

Yu Xin no creía en absoluto que Ke Ruan muriera tan fácilmente.  Así que envió gente a prender fuego en el campamento de Si Yuhan para causar el caos y sacar a Ke Ruan.

"¿Por qué esos idiotas prendieron fuego en la tienda de Ke Ruan?  Ke Ruan no morirá, definitivamente no ".

Yu Xin se sentó en la gran tienda y tiró al suelo todas las cosas que estaban sobre la mesa.

De repente, la voz aterrorizada de un soldado llegó desde fuera de la tienda, "Su Majestad".

El rostro de Yu Xin se oscureció, "Habla".

"La Emperatriz está tan enojada que ya ha vomitado sangre".

Yu Xin se quedó atónito por un momento, luego inmediatamente se puso de pie y corrió a la tienda de Ke Nuo.  Las doncellas corrían de un lado a otro fuera de la tienda de la Emperatriz.

Debido a que el cuerpo de Ke Nuo necesitaba ser cuidado, esta vez trajo muchas sirvientas.  Yu Xin preguntó: "¿Cómo está la Emperatriz ahora?"

La criada se arrodilló de inmediato en el suelo.  "Su Majestad, el médico militar dijo que no está seguro de si la Emperatriz está a salvo o no".

Los ojos de Ke Ruan estaban llenos de frialdad, "Entra y ayuda".

"Sí", la criada se puso de pie apresuradamente.

Yu Xin esperó afuera de la puerta con ansiedad, y pronto otro soldado corrió hacia él.  "Su Majestad, el ejército enemigo está marchando hacia nosotros a diez li de aquí".

"¿Qué?"

Yu Xin estaba obviamente sorprendido.  "¿No es ese lugar donde está estacionado el País en ascenso del norte?"

El soldado se arrodilló en el suelo y bajó la cabeza, "El País en ascenso del norte se ha revelado"

Los ojos de Yu Xin estaban muy abiertos y rugió: "¿Cómo es esto posible?"

"No solo se ha rebelado el País en ascenso del norte, sino que también muchos países que previamente habían prometido aliarse ya se han rebelado".

Yu Xin retrocedió dos pasos.  '¿Cómo es eso posible?  No hace mucho, todavía estaban discutiendo cómo dividir Flama Roja después de ganar, ¿cómo podrían rebelarse?

El País de la Flama Roja es la fuerza militar más poderosa de todos los países.  Solo uniendo varios países podrán derrotar a Flama Roja.  ¿Por qué se rebelaron de repente?

El País de la Flama Roja está claramente cerca de ser capturado.  ¿Están estas personas buscando la muerte?  No hay ninguna diferencia entre que se rindan ahora y se suiciden.

Ahora no había tiempo para averiguar qué pasó.  El ejército enemigo ya se acercaba.  En la situación actual, Yu Xin nunca había pensado en cómo un Reino del Sur podría derrotar al País de la Llama Roja.

Sin mencionar el hecho de que muchos países se habían rebelado